En la city de València la vida transcurre con premura, incluso parece que las manecillas del reloj vayan más rápidas. Un trajín de personas que trabajan en esa zona o van de compras y que contrasta con los turistas, que pasean a su ritmo y ajenos a esa vorágine. El parón de la comida sigue ese frenesí, y no siempre apetece. Por eso, encontrar un nuevo lugar en el que frenar, desconectar y comer bien es siempre un motivo de alegría. Y ese pequeño refugio es The Banker’s Bar, la apuesta gastronómica de Estimar Hotels. Un lugar en el que confluyen turistas, la gran mayoría huéspedes, y valencianos que buscan un pequeño paréntesis en su día, ya sea para comer o cenar.
Esa mezcla se percibe al entrar en la sala del restaurante, ubicada tras pasar la recepción y separada por una de las cámaras acorazadas que recuerdan el pasado bancario del edificio —fue la sede central del extinto Banesto—. A su alrededor varias mesas acompañadas de butacas y sillones en los que disfrutar de la oferta gastronómica de The Banker’s Bar. Las mesas que dan a la calle de la Universitat, junto a la Nau, son un buen lugar en el que sentarse y disfrutar del momento. “Nuestra propuesta está basada en una cocina valenciana tradicional y estacional, pues se asienta en el producto, que es de cercanía y de kilómetro cero”, comenta el chef Carlos Silva.