VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València extenderá la moratoria de pisos turísticos y licencias hoteleras vigente en gran parte de la ciudad también al barrio del Cabanyal-Canyamelar. El pleno municipal prevé aprobar este martes una modificación de la suspensión temporal de licencias acordada el pasado mes de mayo para ampliar sus efectos también a la fachada marítima, que hasta ahora había quedado excluída por contar con una regulación propia.

"Desde la adopción de aquel acuerdo, se ha constatado por el Ayuntamiento de València un incremento de la solicitud de las licencias de alojamiento turístico en el ámbito del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar, que inicialmente quedó excluido de la suspensión de licencias aprobada", recoge el acuerdo que se someterá a votación.

En él se expone que en 2024 hubo una subida respecto al año anterior del 300% en las licencias pedidas, del 227% en las plazas turísticas solicitadas y un 256% en cuanto a informes de compatibilidad urbanística. En concreto, el servicio de Licencias de Actividades ha recibido solicitudes para abrir 9 establecimientos hoteleros (hotel, hostal, pensión y bloque de apartamentos), con un total de 478 plazas, de las cuales la mayoría (342 plazas) se pidieron tras la moratoria en el resto de la ciudad.

Asimismo, el servicio de Licencias Urbanísticas ha recibido solicitudes para 147 viviendas turísticas, una pensión y un hotel, que en total suman otras 665 plazas (331 en plena moratoria) mientras que el departamento de Licencias Urbanísticas ha registrado 223 peticiones de compatibilidad para uso terciario hotelero (117 durante la moratoria).

Desde mediados de 2023, el barrio marítimo ha contado con una regulación propia para pisos turísticos, establecida en el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC) que aprobó el ejecutivo local anterior conformado por Compromís y PSPV. Esta normativa limita la implantación de viviendas turísticas a un 10% por manzana en todo el ámbito del plan, si bien no restringe la actividad hotelera. 

Con todo, la concejalía de Urbanismo, que dirige el popular Juan Giner, concluye, tras analizar las cifras de licencias pedidas, en "la insuficiencia de la regulación establecida por este Plan para el uso terciario hotelero y la necesidad de darle una nueva ordenación". Según Giner, "la realidad ha demostrado que tanto Compromís como PSPV aprobaron unas normas que han permitido la proliferación de apartamentos turísticos en el barrio como demuestran las cifras".

Sin embargo, los técnicos exponen en el acuerdo que, como el Plan sólo limitaba las viviendas turísticas pero no los usos hoteleros, "se ha observado un notable incremento de las solicitudes de licencias de  obras y de actividad en este ámbito para el citado uso", por lo que se ve "necesario" limitar los alojamientos turísticos "en su conjunto".

A la espera de una nueva regulación

De este modo, mientras se elabora y aprueba una nueva normativa para la ciudad, el Ayuntamiento incluirá esta zona en la moratoria turística que ya estaba vigente para casi todo el Cap i Casal desde el pasado mes de mayo, y que no sólo paralizaba la tramitación de licencias de pisos turísticos, sino también del resto de usos hoteleros.