VALÈNCIA. La derrota por la mínima en Turín arruinó de un plumazo el martes la posibilidad del Valencia CF de acudir al último partido con posibilidades de ser equipo de octavos de final de la Champions, y la racha victoriosa de tres partidos consecutivos.
En los 90 minutos de Turín volvieron a aparecer las virtudes y los defectos que lleva arrastrando el equipo desde que comenzó la temporada. Atrás se vio orden, disciplina y una férrea convicción sazonada con automatismos propios de cualquier equipo de altísimo nivel. Delante el equipo volvió a estar falto de fútbol, escaso de desborde por fuera, de creación por dentro y de colmillo arriba. Pese a la mejoría de las últimas jornadas, el nivel no da como para inquietar en grandes eventos.
Y, paradojas del destino, pese a todo ello y para la visita al Bermabeu el Valencia CF pierde un delantero y gana un defensa para la visita al Santiago Bernabeu. la lista ofrecida ayer por Marcelino registra como novedades la vuelta de Ezequiel Garay (una vez superado el hematoma que le apartó del compromiso en cancha juventina) y la baja de Rodrigo, cuyas molestias musculares le impedirán estar ante el equipo que sonó este verano como posible destino del hispano-brasileño. El argentino apunta a titular y Gameiro parece destinado a formar en el ataque junto con Santi Mina.
Quien espere ver un Valencia CF diferente del de Turín, ya puede ir borrando esa idea de la cabeza. El sello de Marcelino no va a cambiar y la idiosincrasia del equipo, menos aún. Toca partido de los de ceder la iniciativa e intentar pescar a la contra. Sin ir más lejos, recordar que así pescó un punto el once de Marcelino la temporada pasada en el mismo escenario.
No llegan en su mejor temporada ni unos ni otros. Los de casa con un técnico ya cesado que dio paso a un interino que parece asentarse como definitivo -depende del día- y que tiene un enfrentamiento con Isco. El malagueño no lleva nada bien no sentirse titular indiscutible y no parece que vaya a invitar a su mesa estas navidades a Solari.
El Valencia CF, llega en medio de la búsqueda de la eficacia contra el reloj y sobre la marcha. Cuatro victorias en 19 partidos oficiales son un bagaje paupérrimo. Y aunque -como ya hemos destacado- los números de su defensa son de Champions (equipo menos goleado de la Liga junto al Atlético de Madrid), los números en ataque son de equipo de permanencia. He ahí la causa de tanto empate y de tanta dificultad para ganar en esta campaña.
De ganar, el Valencia daría un paso de gigante en su fortaleza como grupo a la hora de seguir creyendo sus convicciones. Un empate sería -en principio- visto como positivo, y una derrota articularía el discurso de los merecimientos contraídos y de la fe en el grupo que venimos escuchando en toda la temporada ya transcurrida.
Por último, y en el bando local, Solari cuenta con las bajas de Nacho y Casemiro, el partido de Marcos Llorente en Roma le perfila favorito para el puesto de mediocentro. La atención se centra en la gestión que realizará del 'caso Isco'.
En principio cuenta con pocas opciones de jugar de inicio pero sí de regresar a la convocatoria tras lo ocurrido en Roma, Isco fue el descarte del técnico. No ha sido titular en ninguno de los seis encuentros con Solari al mando y se ha convertido en el primer problema a gestionar por el técnico argentino. Con Bale y Benzema con puesto fijo, la duda radica en la continuidad de Lucas Vázquez o una nueva oportunidad de inicio para Marco Asensio.
Por cierto, este año habrá VAR. Veremos qué tal sale la experiencia en uno de los estadios en los que más veces ha salido escaldado el Valencia CF por el tema arbitral.
REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Marcos Llorente, Kroos, Modric; Lucas Vázquez o Asensio, Bale y Benzema.
VALENCIA CF: Neto; Wass, Garay, Paulista, Gayà; Coquelin, Parejo, Kondogbia, Guedes o Carlos Soler; Gameiro y Santi Mina.
ÁRBITRO: González González (Colegio Castellano-Leonés).
ESTADIO: Santiago Bernabéu.
HORA: 20.45.