Y puede que al final... haya que sufrir

VALÈNCIA. Y puede que al final... haya que sufrir. El Valencia no consigue rematar una temporada que está siendo una pesadilla para todo el valencianismo. La 'final' ante el Alavés se antojaba como el día indicado para despejar todos los fantasmas, pero fue todo lo contrario.

Un Alavés en apuros se marchó contrariado después de haber dejado escapar una ocasión de 'oro' para alejarse todavía más de la zona de descenso. El miedo se había instalado en Mestalla, pero José Luis Gayà dio un soplo de aire fresco al 'rascar' un empate cuando todo parecía perdido con el gol de John Guidetti.

A falta de lo que haga el Valladolid el próximo jueves ante el FC Barcelona, el Valencia está con siete puntos de renta sobre el descenso a falta de quince por lo que con un triunfo más no debería pasar apuros. No obstante, un triunfo que se está resistiendo en las últimas semanas y que no deja vivir tranquilo a la parroquia valencianista. 

Era un partido vital para el Valencia. Pero no lo pareció. Fue un encuentro feo. Las imprecisiones afloraban y ninguno de los dos equipos llegaba a las áreas. El Alavés consiguió ralentizar el ritmo del partido y el Valencia se acercó poco a la portería de Pacheco. Ambos equipos estaban esperando el fallo del rival, pero el primer tiempo no dio tiempo para más y se llegó al descanso con 0-0.

Tras la reanudación, el Valencia quería llevar la iniciativa pero sin arriesgar un ápice. Como en los últimos partidos, todo el peligro nacía en las botas de Guedes. El ‘7’ ganó una carrera a Ximo Navarro y tras llegar a línea de fondo, su centro no encontró rematador pese a la desesperación del luso. Otra vez Guedes encontró la inspiración. Tuvo fe en una pared fallida y entregó el gol a Gameiro. No subió al marcador por fuera de juego de Maxi Gómez tras la revisión del VAR.

En el 66, Joselu consiguió conectar un centro y dar un susto considerable a su adversario. Su remate lo intuyó bien Jaume, que se estiró para despejar el peligro. Quedaba un cuarto de hora y estaba todo por decidir. En el 83, el golpe fue para que todo el valencianismo temblase. Falta lateral que cayó en las botas de Guidetti para poner el 0-1. El Valencia coqueteaba con el descenso y todo pintaba terrible. Sin embargo, en el descuento Wass puso un centro medido. Maxi cabeceó y Pacheco la sacó como pudo. Gayá fue el alma del Valencia y empujó el empate de todos los valencianista para rascar un punto fundamental que acerca la salvación.