VALÈNCIA. Todos tenemos muy claro que el mejor patrimonio que tiene el Valencia es su afición. Una masa social enorme, con músculo, capaz de hacer cualquier cosa por amor a su club. También sabemos lo que hay que hacer si el equipo desciende a Segunda división porque, por desgracia, ya hemos vivido esa traumática experiencia. Está muy claro el modelo a seguir en caso de desastre deportivo: Una apuesta decidida por la cantera, trufada con jugadores de experiencia, y cierta dosis de calidad en la columna vertebral del once. Con eso, marcas la diferencia en campo. Además de todo esto, también somos conscientes que debemos aprender de equipos como el Atlético o Sevilla, que fueron capaces de tomar impulso tras su caída al infierno. Y no cometer los errores que siguen cometiendo clubes como el Zaragoza o el Deportivo, que no levantan cabeza. Todo esto lo tenemos muy claro.
Lo que parece que no esta tan claro es lo que debemos hacer si Peter Lim decide no vender el club. Algo que han anunciado a los cuatro vientos los emisarios desplazados a Singapur, quienes aseguran que el magnate está muy preocupado y que ve todos los partidos por la tele. ¿Se lo han planteado? Lo digo porque todo el mundo coincide en responsabilizar a Lim de los males de Mestalla y apuntan a su salida como única solución para salir de la crisis. Pero el tipo parece que no se larga y que nadie tiene la llave para su salida. O si la tiene, no quiere usarla. Me da que todavía nadie sabe porqué Lim compró el Valencia. Y lo que es aún peor: porqué motivo no quiere venderlo.
Nadie sabe a ciencia cierta cuales son los planes de Peter Lim para Mestalla. Nadie sabe si el propietario quiere mejorar la plantilla para no pasar apuros clasificatorios el próximo curso o si, por el contrario, tiene idea de continuar con su política de mínimos. Es decir, no hacer nada. Si se baja a Segunda división... ¿Qué más da? No creo que lo sepan ni los integrantes de ese viaje a Singapur: Layhoon, Javier Solís y Corona. Quizás Lim quiera recuperar parte de su reputación perdida. O no abandonar la ciudad como gran perdedor por una simple cuestión de prestigio. O si realmente continúa implicado en el Valencia como dice Solís... ¿Alguna vez lo ha estado? Todo son preguntas sin respuestas.
¿Alguien se ha planteado que sucederá si Lim no quiere marcharse o si exige un peaje imposible de pagar por largarse? ¿De verdad están convencidos de que lo podemos echar? Yo cada vez lo dudo más. Se lo digo a ustedes porque ya se está hablando de su adiós como una verdad absoluta, a la vez que se suspira porque el Valencia caiga en buenas manos. Pero lo bien cierto es que ya estamos en el dos o en el tres (o incluso en el cuatro) cuando primero va el uno y luego el dos. Yo me temo lo peor. Que sea cierta aquella amenaza de Layhoon cuando las cosas comenzaron a torcerse por primera vez en Mestalla y dijo que Peter Lim había llegado a Valencia para estar muchos años aquí....