¿Y si perdemos… ?

VALÈNCIA. ¿Cuánto crédito tiene Natfi? ¿Y si el guion previsto para este curso se torciera desde el principio? Interrumpo mi desconexión vacacional para insistir en el pesimismo blaugrana en que vivo inmerso. Lo siento. Los indicios que veo y analizo no me permiten otra cosa. La semana pasada escribí sobre la errática (e inconclusa) planificación deportiva que ha provocado que el Llevant encare la tercera jornada de Liga con una plantilla con incertezas considerables y situaciones incómodas que, desde luego, en nada contribuyen a un vestuario sólido, esencial para una campaña redonda que acabe con un ascenso a Primera.

La escuadra granota, aún con todas las dudas, es, a ojos de muchos, el Ferrari de Segunda pero ya sabemos de sobra que eso en el fútbol no siempre funciona. Sólo hay que ver las sensaciones paupérrimas que han deparado los dos primeros partidos.

Poco se ha comentado el drama de nuestros centrales, de nuevo al descubierto cuando el sistema cambió al 4-4-2 en La Romareda y el equipo se descosió atrás. Todos aplaudimos la mejora ofensiva pero también nos reencontramos con un viejo fantasma: la escasa competencia de los centrales (también en Segunda), justo lo que nos viene obligando al 5-3-2 desde hace años.

Es sangrante que el principal problema de este equipo no se haya abordado y que Nafti haya tenido que recurrir a lo mismo que antes hicieron López o Lisci: perder frescura arriba para consolidar la parcela defensiva. Faltan cuatro días para el cierre del mercado, esta situación sino parece que se vaya a resolver y condicionará todo el curso el criterio táctico del entrenador. Se ha abordado una profunda remodelación de la plantilla pero en esto seguimos igual.

El Llevant no ha empezado la liga dando un puñetazo sobre la mesa. Y el problema es que cuando se va tan al límite en todo (también en la inscripción de futbolistas) cualquier revés se puede sobredimensionar y afectar gravemente a la confianza en el proyecto. ¿Y si el Tenerife, aunque sea de penalti injusto en el último minuto, se lleva los tres puntos de Orriols? Me hago esa pregunta hace días. Me preocupa entrar en una espiral negativa, la misma que nos trajo a Segunda, y que la reacción vuelva a ser meter la cabeza bajo del ala y tirar avant sin atisbo de autocrítica. Me alarma sobre todo porque sé que, en el fondo, en la planta noble del Ciutat de València están convencidos de que los astros se conjuraron en contra y de que, en realidad, ellos lo hicieron todo bien. Como ahora.

Sin embargo el Llevant tiene en nómina a nueve futbolistas ofensivos (Wesley, Cantero, Musonda, Bouldini, Soldado, Ibáñez, Brugué, Joni y De Frutos, si se queda), ningún mediocentro de creación, si se marchan Campaña y Giorgi, y para el centro de la zaga sólo están Vezo, Pier, Postigo y Mustafi, con Álex de comodín. El desequilibrio se explica solo. Y la falta de equilibrio, en todos los órdenes de la vida, es siempre una invitación al pesimismo.