Mamardashvili se consolida como uno de los mejores porteros jóvenes del continente

VALÈNCIA.  El valencianista Giorgi Mamardashvili necesitaba una noche como la de ayer ante Grecia, en la que detuvo un penalti y clasificó a Georgia para su primera Eurocopa, para consolidarse como uno de los mejores porteros jóvenes del continente.

"Mamardashvili es muy buen portero. Es estable y no comete errores graves. Pese a que tiene solo 23 años, ya es respetado en el Valencia", comentó a EFE Otar Gabelia, legendario portero del Dinamo Tiflis.

Aunque la estrella del fútbol georgiano es Khvicha Kvaratskhelia (Nápoles), el guardameta atrajo anoche todas las miradas de los aficionados de la selección caucásica.

Mamardashvili respondió al cariño subiéndose a la caseta del banquillo para agradecer el apoyo de los 55.000 espectadores que se congregaron en el Dinamo Arena para vivir una noche histórica.

Héroe nacional

El valencianista, que ya ha llamado la atención de los grandes clubes europeos con sus actuaciones en la liga española, mantuvo vivo a su equipo durante los 90 minutos de tiempo reglamentario y los 30 minutos de prórroga.

Y se vistió de héroe en la tanda de penaltis, en la que detuvo un lanzamiento y obligó a los futbolistas helenos a errar otro.

Precisamente, Mamardashvili ya había detenido diez días antes el penalti lanzado por Baena en el partido de máxima rivalidad entre el Valencia y el Villarreal.

«¡Madloba!" (Gracias), es la palabra que le dedican los aficionados y toda una nación amante del fútbol como pocas.

La prensa deportiva se deshace hoy en elogios con el nuevo héroe el fútbol georgiano, necesitado de ídolos tras muchos años de travesía por el desierto.

"Hemos hecho historia", comentó Giorgi a la televisión georgiana.

Atrás quedan los siete goles que encajó a manos de España (1-7) en septiembre de 2023 en un partido de clasificación para la Eurocopa.

Nunca rendirse

Giorgi nació el 29 de septiembre de 2000, dos días antes de que el Valencia derrotara a Las Palmas (5-1) con Santiago Cañizares bajo los tres palos.

A los diez años comenzó a jugar como guardameta en el modesto club Gagra, donde su padre, David, trabaja actualmente como entrenador de porteros.

"Por supuesto, como padre sufro cada minuto de cada partido que disputa. Pero sé que mi hijo nunca se rinde y siempre se levanta tras una derrota", explica.

Recuerda que en el primer partido el niño dijo que quería ser "como su padre" y eligió jugar de portero. "Recuerdo que en ese partido le dieron un balonazo en la nariz. Se enjugó las lágrimas y siguió jugando", señala.

Lo corrobora Gabelia, protagonista de la mayor hazaña del fútbol georgiano, ya que su Dinamo ganó la Recopa de Europa en 1981.

"Mamardashvili tiene muchas cualidades, pero una de ellas es la capacidad de recuperarse con rapidez de las derrotas más duras", apuntó.

De hecho, el portero debutó con la camiseta nacional en 2021 en un amistoso ante Bulgaria (1-4).

Valencia, una familia

El georgiano ha tenido una carrera meteórica desde que recalara en Valencia, donde rápidamente se hizo con el puesto de titular y se granjeó el respeto de la prensa deportiva española.

El club de Mestalla le echó un ojo cuando el gigantón de casi 2 metros de altura se lució ante el Granada en la Liga Europa del año 2020, cuando aún militaba en el Lokomotiv georgiano.

En estos momentos, a sus 23 años, Mamardashvili es el portero más caro del espacio postsoviético con 35 millones de euros, cifra que no deja de crecer.

"¿Valencia? Mi hijo llegó al lugar indicado en el momento indicado", señaló su progenitor.

Destaca que el equipo "che" es una familia, lo que facilitó la adaptación del futbolista, que ya habla español con bastante fluidez.

"Aprendí mucho de Cillessen. En España crecí física y mentalmente. Mejoré mucho como portero", comentó en una ocasión.

Gabelia no se pierde un partido de su compatriota y asegura que ha mejorado a grandes zancadas, especialmente en los penaltis.

"Mamardashvili mejorará aún más y le veo en un club de mayor entidad", pronostica.