CASTELLÓ. El Castellón ha recuperado la figura de Sergi Escobar en el banquillo del Castellón tras su destitución hace casi tres años, cuando aún resonaban los esos del ascenso que logró a Segunda División B.
En aquel 16 de septiembre de 2018, Juan Guerrero, director deportivo nombrado por el entonces máximo accionista del club, José Miguel Garrido, decidió prescindir de los servicios del hombre que puso fin a una siniestra etapa de siete años del Castellón en las catacumbas de la Tercera División.
Habían transcurrido apenas cuatro jornadas de Liga. Con una plantilla completamente nueva en su regreso a la categoría de bronce, el Castellón no arrancó bien y tan solo pudo sumar tres puntos de 12 posibles.
Guerrero, que antes de iniciar la temporada había declarado que sería un fracaso no acabar primeros de grupo, prescindió de Escobar tras un mes de competición, en contra de la voluntad del presidente del club, Vicente Montesinos, y del director general, Jordi Bruixola, cuyas figuras habían perdido peso con la aparición de Garrido.
Escobar no pudo evitar las lágrimas en su acto de despedida. Se había truncado su sueño de dirigir la nave de su equipo de toda la vida en Segunda División B, categoría en la que debutaba.
Treinta y dos meses después, el Castellón ha hecho justicia con el almassorense y ha recuperado su figura en Segunda División, en un momento crítico de la temporada. Será su estreno en el fútbol profesional, donde tendrá el reto de salvar al equipo en las dos jornadas que restan. En caso de no conseguirlo, intentará recuperar la categoría al año siguiente, ya que su contrato le vincula al club por una temporada más.
Escobar vuelve a casa con un bagaje importante en el fútbol profesional, ya que trabajó como segundo técnico en el América de Cali, con el que se proclamó campeón de la Liga colombiana, y este sábado ha cerrado su etapa como primer entrenador del Sibenik, de la máxima categoría del fútbol croata, con el que ha logrado la salvación.
El reto de Escobar en su regreso a la capital de la Plana es de consideración. Debe levantar a un equipo roto en tiempo récord. Y es que el nuevo técnico del Castellón tiene un solo día para preparar la finalísima del lunes, ante el Rayo Vallecano. Se trata de un partido que el Castellón debe ganar sí o sí para mantener esperanzas de salvación.