El Hércules se tiene que buscar la vida para entrenar a 50 kilómetros de Alicante capital

ALICANTE. La ausencia de alternativas al estadio José Rico Pérez para que el equipo entrene ha llevado al cuerpo técnico del Hércules a elegir como escenario de las sesiones del lunes y el martes las instalaciones del complejo Albir Garden Resort, en Alfaz del Pi.

El equipo blanquiazul recorrerá por carretera un total de 100 kilómetros diarios para ejercitarse en esta localidad de la Marina Baixa, en el marco de la preparación del encuentro del próximo domingo ante La Nucía. La necesidad de preservar el césped del Rico Pérez de cara a ese choque, unido a que no se puede disponer de Fontcalent y que el 'staff' técnico, con el director deportivo Carmelo del Pozo al frente, se opone a entrenar en el Joaquín Villar, son las razones que se encuentran tras la decisión de ir 'de excursión' hasta Alfaz del Pi. 

No será ni mucho menos la primera vez que el Hércules emigra para poder entrenar ante la falta de instalaciones: en la presente etapa en Segunda B ha trabajado en La Finca Golf Resort, en Algorfa, pero es que en su última temporada en Primera ya tuvo que entrenar en El Albir. Los años pasan pero los males que aquejan al club siguen ahí y tanto de lo mismo ocurre con las instalaciones municipales de Alicante: el que el Hércules no quiera entrenar en el Joaquín Villar (la semana previa a las vacaciones navideñas estuvo ejercitándose sobre el césped del Rico Pérez mientras era resembrado) después de que fuera levantado el pasado verano resulta paradigmático. Aunque sin duda lo más ofensivo, que afecta a la buena imagen de la ciudad (si es que le queda), es el deplorable estado del propio Rico Pérez y no solo en términos de conservación del vetusto inmueble que no olvidemos que es de titularidad autonómica, también por la suciedad y abandono de los espacios que rodean a la instalación.