ALICANTE. El Hércules se mueve. El club blanquiazul solicitó la semana pasada al Ayuntamiento de Alicante hacer uso del estadio Antonio Solana, una instalación municipal con muchas novias, entre las que se encuentra el Intercity que, como también desveló Alicante Plaza, ante la demora de los trabajos de construcción de sus dos campos de entrenamiento en Sant Joan, quiere realizar en el estadio de la carretera de Villafranqueza la pretemporada (y asegurarse de que, llegado el caso, también podría disputar en ella sus primeros partidos de Liga).
El Hércules pretende, de entrada, que en el Antonio Solana entrenen y jueguen los equipos de su fútbol base, pero no descarta también que se ejercite el primer equipo cuando no pueda hacerlo en Fontcalent, una instalación en la que ha vuelto la actividad (los trabajos para su puesta a punto se detuvieron en febrero), con objeto de que pueda estar lista para dentro de tres semanas, cuando el equipo tiene previsto iniciar la pretemporada.
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Precisamente Toni Freixa, al que la mañana del jueves se le podía ver por el centro de Alicante, de reunión en reunión ligadas no solo a la negociación que mantiene con Enrique Ortiz para asumir la gestión del Hércules, también a la preparación de un proyecto con su firma para el curso 2021/22, ya conoce el campo de la partida de Fontcalent (estuvo a principios de junio junto a Ortiz y Valentín Botella).
El que el Hércules volviera a entrenar en Fontcalent era uno de los compromisos que asumió Ortiz hace un año con el director deportivo Carmelo del Pozo, pero de cara a la campaña 2020/21. El mismo no se cumplió, de entrada por problemas ajenos al club blanquiazul (fundamentalmente los robos), pero posteriormente por voluntad suya (de Ortiz y Juan Carlos Ramírez, para ser más exactos): por razones económicas se optó por no acometer una resiembra de invierno que hubiera permitido que estuviera listo para la segunda fase del campeonato, dejando en manos de la naturaleza que el césped recuperara su vigorosidad tras semanas de trabajos. Lo anterior llevó a fijar a marzo como el mes de vuelta a los entrenamientos en el mismo, pero eso tampoco se produjo, toda vez que el césped bermuda se mostró más remolón de lo esperado a la hora de rebrotar y como tampoco se le ayudó artificialmente... La vuelta a Foncalent quedó entonces aparcada 'sine die' (pagándolo el equipo).
Ahora no solo se ha vuelto a trabajar en esta instalación, también se está haciendo en el terreno de juego del estadio Rico Pérez, donde a la escarificación y aireado está previsto que siga el abonado y resiembra.
Si no pasa nada más (lo raro sería que no suceda, tratándose del Hércules y los tiempos que corren), las escenas de los jugadores ejercitándose a finales de julio en el Rico Pérez y especialmente el estadio de atletismo Joaquín Villar pasarán a ser otro mal recuerdo: el Hércules entrenará en Fontcalent con un año de retraso, evitando poner en riesgo la salud de los futbolistas como ha ocurrido en los últimos 10 meses, primero por el deficiente estado del césped del Joaquín Villar (el equipo llegó a huir en diciembre del mismo) y después por la dureza del terreno de juego del Rico Pérez como consecuencia del uso intensivo.
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En el aire queda qué responderá el Ayuntamiento de Alicante a la petición de uso del Antonio Solana. Si finalmente es estimada, será un uso compartido, pero hasta eso constituiría una mejora porque si bien el fútbol base está acostumbrado a compartir instalaciones municipales para entrenar y jugar, el que sea siempre la misma sería un avance. También lo representaría que el primer equipo tenga una opción más por la que decantarse a la hora de ejercitarse.
