ALICANTE. Nuevo día de la Marmota en el Hércules. Doce horas después de anunciar el regreso a la presidencia de Quique Hernández, este era presentado en el transcurso de una rueda de prensa todavía más concurrida que la que tuvo lugar el día de su despedida, hace solo 15 meses, si bien la comparecencia tenía lugar esta vez en la sala de prensa del estadio José Rico Pérez y no en la del pabellón Pitiu Rochel.
Como "la persona idónea para devolver la paz institucional que permita al equipo tener la suficiente tranquilidad" definía Carlos Parodi, el presidente saliente, a su sucesor en el cargo, al tiempo que apuntaba que "no le cabía la menor duda" de que "el club saldrá" de la situación dramática en la que se encuentra inmerso.
El nuevo máximo mandatario, por su parte, agradecía las palabras de su antecesor (con el que seguirá trabajando estrechamente pues además de director general continuará como consejero delegado "hasta el 30 de junio" momento en el que deja ya entrever que cogerá la puerta y se marchará, hastiado de las decisiones de Enrique Ortiz) y arrancaba su exposición haciendo una llamada tanto de auxilio como a la unidad: "Aquí nadie está cómodo en esta situación; no hay quien duerma, todo el mundo intenta hacer lo mejor siempre y esto no es nada agradable por lo que tienen mi apoyo y mi reconocimiento", señalaba Hernández que "pedía aparcar todo (…) es el momento de apoyar, ayudar a los jugadores para que salgan de esta situación y luego será la hora de pedir responsabilidades (…) no pido ayuda para mí y tampoco soy yo salvador de nada, pido ayuda para el Hércules; una vez el equipo esté salvado será el momento de exigir responsabilidades".
Hernández renunció al cargo por diferencias con Juan Carlos Ramírez, pero este martes no solo descartaba que su regreso se deba al portazo que daba el pasado domingo el empresario vasco, es que decía haber limado asperezas con él e incluso le adjudicaba junto a Ortiz ("Los tiempos los han marcado ellos") la decisión de haber regresado al cargo: "Cuando salí ofrecí los motivos pero no solo no quiero volver sobre eso; la relación con Juan Carlos (Ramírez) desde entonces se recondujo, nos expusimos nuestros puntos de vista y todo eso está aparcado (…) lleva unos tres millones puestos e imagino que ha sido el primer interesado en que esto vaya bien, no guardo rencor y se trata de ayudar", señalaba el valenciano.
"Estamos donde estamos porque las cosas no se han hecho bien, pero no os podría decir la razón", insistía el nuevo presidente que revelaba haber recibido la llamada del lunes de Ortiz y haber estado "hablando de todos los temas importantes del club". Hernández aseguraba que "asume toda la responsabilidad" y tendrá "plenos poderes" aunque puntualizaba que "nunca" los había exigido y tampoco había puesto condiciones.
Preguntado por el más que cuestionado Vicente Mir, el nuevo máximo mandatario blanquiazul decía que era una de las cuestiones que había abordado "con los accionistas", que se tomarían las decisiones velando por el interés del club pero que "las formas eran importantes". Lo anterior llevaba a pensar que podía ser destituido en las siguientes horas pero Hernández aclaraba lo anterior señalando que estará en Sabadell (donde juegan los blanquiazules este domingo). Otra cosa es lo que ocurra a continuación.
Y, por lo que se refiere a la comisión deportiva, Hernández se mostraba más tajante respecto a su continuidad y, de hecho, revelaba que iba a reunirse con Francisco Escudero y Paco Martínez para estudiar los movimientos que puede hacer el equipo en los tres días que restan del mercado de fichajes de invierno.