ALICANTE. Al igual que el año pasado, la planificación deportiva del Hércules se está desarrollando, el problema es que lo hace en un segundo plano al estar condicionada por el veto a la firma de contratos impuesto de nuevo por Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez que quieren apurar antes las opciones de encauzar una solución a los serio problemas que representan las deudas que se mantiene el club con la Agencia Tributaria y con el Instituto Valenciano de Finanzas.
Es un secreto a voces que Javier Portillo y Carlos Luque trabajan en la incorporación de un nuevo técnico, que desde este martes sabemos que no podrá ser un José Manuel Aira que era la primera opción del madrileño. También intentan seducir a alguno de los jugadores que vencen contrato para que continúen y, pese a no haber todavía una lista de bajas oficial, intensifican los contactos con agentes que representan a hombres que se desenvuelven en posiciones que quedarán vacantes porque no se cuenta con el jugador que la ha ocupado esta temporada, tenga contrato en vigor (hay once en esa situación) o no. En el marco de esto último y ante la necesidad de cubrir las fichas sub-23 con jugadores que puedan ser perfectamente titulares, se enmarca la gira que Portillo va a emprender por Madrid y Barcelona.
Moha y Adrià
Moha, que este miércoles se despedía del club porque se marcha concentrado con la selección sub-23 de Marruecos, ha jugado en calidad de cedido por el filial blaugrana pero conoce el interés del Hércules en que continúe un año más y eso es lo que se va a intentar conseguir del club azulgrana, algo para lo que resulta clave, entre otras cuestiones, que el Barça B logre la permanencia en Segunda A.
También hay interés en que siga jugando de blanquiazul otro sub-23 como es Adrià Vilanova, que al igual que Moha vino de Barcelona pero ya con la carta de libertad, y al que se trata de convencer de que firme por al menos un curso con el Hércules. El jugador, que no ha disfrutado de minutos con ninguno de los tres entrenadores que ha tenido en Alicante, no anda precisamente contento pero el club blanquiazul confían en llegar a un acuerdo.
La intención del Hércules es, como ocurrió el curso pasado, contar también con jugadores de la casa que ocupen la parte restante de las seis fichas sub-23 y, por supuesto, echar mano del filial a lo largo de la temporada si es necesario. Hablamos, en ambos casos, de hombres como Salinas, Tarí u Olmedo, por ejemplo.
Buigues y Pepelu
Iván Buigues y Pepelu, dos de los seis jugadores con ficha sub-23 que ha tenido el Hércules esta campaña en su primera plantilla, no seguirán; en el caso del mediocentro porque regresará al Levante al finalizar su cesión, mientras que el meta de Mutxamel porque tiene libertad para rescindir el contrato que le une al club blanquiazul y aspira a iniciar una nueva etapa en otro equipo en el que cuente con oportunidades de ser titular.