CASTELLÓ. La falta de rendimiento en el juego de posesión del Castellón se va agudizando con el paso de las jornadas y plantea cuestionamientos sobre la validez del modelo que está proponiendo el equipo esta temporada.
En el partido del pasado domingo, frente al Tenerife, el conjunto albinegro firmó su segundo registro más elevado de posesión del curso, con un 64,8 por ciento, y tan solo remató a puerta en dos ocasiones. La primera en un penalti fallado por Marc Mateu y la segunda en un disparo sin peligro de Rubén Díez.
El Tenerife no sufrió prácticamente nada cuando el Castellón tenía el balón y esperó con paciencia su oportunidad para marcar, lo que consiguió en la segunda parte. Este plan de juego del conjunto canario se ha visto con reiteración esta temporada entre los equipos que se han enfrentado al Castellón y los resultados han sido casi siempre los mismos.
De hecho, los albinegros han perdido los cuatro partidos en que han tenido más la pelota (Girona, Tenerife, Lugo y Málaga), todos ellos en casa y por un idéntico 0-1. Estos encuentros han tenido un patrón muy común: posesión estéril de los albinegros y gol del rival en su primera ocasión.
En cambio, al Castellón le ha ido mejor cuando ha tenido menos manejo del esférico. Y es que tres de sus cinco victorias han llegado cuando su adversario ha conducido más la pelota (Leganés, Cartagena y Zaragoza).
La falta de profundidad del Castellón queda evidenciada por sus estadísticas de tiros a puerta. El conjunto albinegro es el segundo de la Liga Smartbank que menos ha disparado entre los tres palos, con 44 lanzamientos en 20 partidos disputados. Solo tiene por debajo al colista de la tabla, el Albacete, que ha chutado en 42 ocasiones.
Este mal registro se produce pese a ser el sexto equipo de la categoría que más conduce la pelota, con una media del 52,4 por ciento. Un claro indicativo de que la posesión no es ninguna garantía de rendimiento ofensivo para el Castellón.