ALICANTE. La mejor forma de valorar lo importante que resulta para el Hércules el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que adelantábamos este viernes en Alicante Plaza (no todo iban a ser malas noticias en lo económico para el club de El Chepa), es hacerlo desde la perspectiva del Valencia al que, a diferencia de a la entidad blanquiazul, se le ha desestimado la suspensión cautelar de su obligación de pagar al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) los más de 23 millones de euros que en su caso le reclama la Comisión Europea.
Es cierto que al club che se le exige el triple de dinero que al Hércules, pero no lo es menos que sus recursos económicos son infinitamente superiores (el Valencia juega Champions y su filial en la misma categoría que el primer equipo blanquiazul; lo anterior por no hablar de Meriton y Peter Lim). No obstante, se trata de un problema mayúsculo para el club de Mestalla al que ha de enfrentarse desde ya y es que en los próximos días el banco del Consell, siguiendo instrucciones de Bruselas, retomará el proceso de cobro, señalando una fecha límite en la que habrá de haber desembolsado dicha suma. Lo anterior con independencia de que el procedimiento principal (el de la demanda de nulidad), como el propio Valencia recordaba en su comunicado de este viernes, no solo sea de desenlace incierto (podría ser estimada la demanda y anularse la Decisión de Recuperación), es que en el caso del club che no se ha señalado ni la fecha para la celebración de un juicio al que el Hércules se enfrentó en septiembre.
Esto último debe llevar a ser cautelosos, nunca mejor dicho, sobre la obligación de rascarse el bolsillo que pueda tener finalmente el Hércules, puesto que en el momento en que haya sentencia el fallo de esta semana será papel mojado. Eso sí, imaginen ustedes que, como le ocurre al Valencia, el Hércules hubiese pasado de levantarse el jueves sin tener la obligación de abonar los más de siete millones que en su caso le reclama la Comisión a tener que hacerlo... Esa es la realidad de la situación a la que se enfrenta el Valencia y que esta vez ha esquivado el Hércules.
Además de ambos clubes, el banco del Consell, la Comisión y la Curia Europea, en toda esta historia de las ayudas de Estado supuestamente prohibidas existe otro protagonista de la 'terreta' del que no debemos olvidarnos. Se trata del Elche, al que Bruselas reclama el pago de más de cuatro millones de euros: a diferencia de lo que ocurrió con Valencia y Hércules, el Tribunal General estimó su solicitud de medidas cautelares y desde casi el primer momento sus dirigentes no se han tenido que enfrentar a la montaña rusa de emociones que viven sus homónimos en los otros dos clubes. Como le ocurre al Valencia y a diferencia del Hércules, el Elche tampoco tiene fecha todavía para el juicio en el que pretende que se anule la Decisión de Recuperación.