VALÈNCIA. La obligación de vender futbolistas por casi 10,5 millones de euros antes del 30 de junio es una de las cosas que más preocupan a Felipe Miñambres dentro del carrusel de decisiones que ha de tomar en la planificación de plantilla de la próxima temporada. Con el descenso consumado son varios los jugadores cuyas reglas del juego cambian: Morales es uno de ellos, pero también Clerc o Campaña ven modificada su vinculación contractual con el Levante por culpa de la caída a Segunda. Otras piezas acaban contrato y la entidad granota habrá de decidir si renovar o cortar por lo sano. Sin embargo, lo que hoy aprieta es el imperativo de venta y las bazas que tiene la primera plantilla hoy para alcanzar esas cifras.
Bardhi es una de las cartas con las que juega el Levante esta partida ya desde el pasado verano, cuando no recibió ofertas importantes por el macedonio, pero ante la obligación de venta entonces de algo más de 16 millones -arreglada con el préstamo de CVC y el acuerdo con La Liga-, sí fue un futbolista susceptible de encontrar una salida. A pesar de los intereses que levantó en la Serie A, no llegaron aquellas propuestas aceptables en firme y el '10', que vio con buenos ojos la posibilidad de hacer las maletas, continuó en Orriols. El hándicap de una de las grandes bazas para hacer caja es que esta ha sido una temporada en la que ha perdido valor: según el portal Transfermarkt, es el segundo miembro de la primera plantilla del Levante con más valor de mercado. 9 millones. Durante La Liga de la pandemia, Bardhi llegó a tocar los 20 kilos. 15 durante la pasada campaña, también con altibajos en sus rendimiento.
Por detrás del centrocampista en esa valoración está De Frutos, con 12 millones. La lesión del segoviano le ha hecho parar y no estar en una recta final de temporada en que hubiese sido una pieza más que relevante. Sin embargo, estará en condiciones para arrancar la pretemporada, pero retenerle es una tarea muy complicada para el club blaugrana. Ya no solo por el imperativo de venta sino también porque cuenta con multitud de intereses de Primera División y de más allá de las fronteras de La Liga. Cabe recordar que la gran clave del extremo de Navares de Enmedio es que el 50% de sus derechos pertenecen al Real Madrid, por lo que cualquier cantidad que ingresen las arcas del Ciutat lo haría partida por la mitad.
Mientras tanto, los motores de Miñambres están en marcha y la planificación de plantilla, por ende, también. Ya ha habido contactos con el entorno de Morales para trasladar la propuesta que el Comandante espera antes de otear nuevos horizontes, si es que fuese preciso. Y es que, por el momento, su prioridad no es otra que seguir vistiendo la camiseta del Levante. No pasa, en ningún caso, por irse a la otra acera de la ciudad. La situación del capitán es muy parecida a la de Clerc. En su caso, la vinculación se ve cortada por el descenso; en el del lateral, es ese mismo resultado deportivo el que hace que su contrato no se alargue. El catalán, que se ha perdido casi tres meses de competición por culpa de una rodilla cuya recuperación ha sido un auténtico dolor de cabeza, era uno de los jugadores con más novias el pasado curso. Si no fuera por esa dolencia, sobre la cual pidió opinión en Barcelona más allá de los servicios médicos del club, probablemente Clerc se elevaría a ser una baza de venta muy apetitosa para la cartera levantinista.
Otro de los nombres que brillan en este sentido es Campaña. Quico Catalán confirmó en una de sus últimas comparecencias públicas que el Levante mentiene un derecho por el centrocampista aunque el equipo haya terminado bajando a Segunda. Con firma hasta 2023, ahora si el club iguala sus emolumentos en la categoría de plata podría quedárselo en nónima. De lo contrario, podría salir cedido un año en caso de que un club de Primera iguale esa misma ficha, asumiendo la totalidad. Tal situación no exime de que el sevillano, por el cual el Levante hizo prevalecer su valor deportivo al económico hace dos veranos, también pueda suponer un pellizco inmediato si se negocia un traspaso o incluso a largo plazo, en caso de hacerse efectivo ese préstamo de una temporada lejos de Orriols con posibilidad de más cursos o asteriscos añadidos, como una opción y obligatoriedad de compra.