VALÈNCIA. Otra oportunidad perdida. El Valencia perdió en su visita a Mendizorroza en un encuentro en el que se adelantó en el marcador con un tanto de Dani Parejo. La fragilidad defensiva a balón parado del equipo blanquinegro facilitó la remontada al Alavés, que sumó los tres puntos gracias a los goles de Borja Bastón y Tomás Pina.
Año nuevo, vida nueva. Ya lo anunció Marcelino ayer en rueda de prensa y lo efectuó a las primeras de cambio. Una temporada y media después, el Valencia modificó su sistema. El equipo saltó al campo con un 3-5-2 con Piccini y Lato como carrileros. Ahora, faltaba apreciar el resultado del experimento. Las sensaciones en el tramo inicial eran positivas. Parejo encontró petróleo a los trece minutos. El capitán envió a la red una falta directa cometida sobre Cheryshev y ponía el 0-1. No obstante, el tanto no debió subir al marcador ya que había una falta previa del ruso sobre Pina.
La alegría duró poco. El empate también llegó a balón parado. Diakhaby falló en el despeje en un córner. Maripán cazó el esférico y disparó y encontró la fortuna al rebotar su remate en Borja Bastón, mandando el balón dentro de la portería. La igualada en el marcador también se trasladó al césped. El combate era intenso en el centro del campo. Con Parejo liderando la salida de balón para lanzar los contragolpes o bien controlar en el ataque posicional, la más clara llegó al filo del descanso. Santi Mina trazó un contragolpe de forma magistral. Recortó a Laguardia y dejó solo a Rodrigo que cruzó en exceso ante Pacheco. Perdonó el Valencia y lo pagó con un duro castigo antes del descanso. Otra vez a balón parado. El Valencia volvió a estar frágil en el juego aéreo y Tomás Pina cazó un balón en el área pequeña para fusilar a Neto y poner el 2-1. Un gol que ya estaba fuera del tiempo de descuento otorgado por el colegiado.
Tras la reanudación, el Valencia debía asimilar el duro mazazo recibido en la primera mitad. Los problemas a balón parado no desaparecieron. La fragilidad defensiva visitante en el juego aéreo era alarmante. Neto salvó al equipo con una gran parada en un cabezazo de Laguardia en una falta lateral. Los minutos caían y no pasaba nada en el partido. Marcelino quiso dar un giro al encuentro y dio entrada a Ferran Torres por Wass. El canterano apareció al poco tiempo con un buen centro que casi culmina Rodrigo con un buen cabezazo. A falta de veinte minutos, Marcelino metió en el campo a Batshuayi y quitó a Lato.
El Valencia tenía el dominio, pero no conseguía encontrar huecos en el muro que había instalado el Alavés. Muy espeso el juego de los de Marcelino, que no hacían méritos suficientes para sacar algo positivo de Vitoria. Aún así, el empate lo tuvo Batshuayi. Fue un claro reflejo de que la delantera del Valencia es un verdadero drama. Encaró a Pacheco, pero se durmió y golpeó al suelo al rematar, dilapidando las pocas opciones que le quedaban al Valencia. Finalmente, el marcador no se movió y el Valencia vuelve a perder otro tren para engancharse a la lucha por acabar la temporada en Europa.