Almgren, el científico plusmarquista europeo que brilló en Valencia

VALÈNCIA. Los vimos pasar por Mestalla a un ritmo endemoniado, a dos minutos y 38 segundos ese kilómetro 9. Iban Andreas Almgren, Dominic Lobalu y Vincent Langat. Un sueco, un suizo y un keniano. En la avenida de Aragón se miraron por encima del hombro. Calibraron sus fuerzas. Se observaron las caras de reojo. ¿Hay alguno más fuerte que yo?, se preguntaron mientras jadeaban de camino al kilómetro final del 10K Valencia Ibercaja by Kiprun. Llegaron a la plaza de Zaragoza, giraron a la derecha y enfilaron el paseo de la Alameda rodeados de un público emocionado. La terna de aspirantes al triunfo, exprimiendo su cuerpo, su organismo, en busca de un triunfo de prestigio en el 10K más rápido del mundo.

El sprint fue hermoso. Largo y disputado. Tres hombres desbocados hacia la línea de meta (el último mil lo cubrió el vencedor en 2:28). Y en los últimos metros, quizá recordando sus tiempos de mediofondista, cuando fue medallista en un Mundial júnior en la prueba de 800, Almgren se destacó un metro por delante y lanzó su pecho contra la cinta mientras el cronómetro se detenía en 26:53. Nuevo récord de Europa. El defensor de la anterior plusmarca, el suizo Dominic Lobalu, entraba justo por detrás, a solo un segundo. Más rápido que el año pasado, cuando fijó el tope continental, pero insuficiente.

Almgren, un sueco de 29 años, se colaba, además, en el top-10 mundial de todos los tiempos. Más alto llegaron las mujeres. Las cuatro primeras se instalaron en los puestos cuarto, sexto, octavo y noveno de la historia de los 10 kilómetros. Valencia nunca defrauda.

Antes de 2024, Almgren nunca había competido en una distancia superior a los 5.000 metros. Ya queda dicho que sus orígenes están en pruebas más cortas. Disparo, dos vueltas a la pista y se acabó. Llegó a darlas en 1.45. Luego vinieron tiempos difíciles y, de 2016 a 2019, se sucedieron varias lesiones por estrés. A partir de entonces, influido lógicamente por su vecino el noruego Jakob Ingebrigtsen, que puso de moda el entrenamiento de doble umbral, el sueco cambió su metodología y su cuerpo dejó de sufrir tanto.

Hace unos años, además, Almgren empezó a trabajar con Svexa (Silicon Valley Exercise Valley), una empresa que utiliza la IA y la ciencia de datos. Ahora le miden todas las variables que pueden influir durante un entrenamiento y con Almgren, además de sus zapatillas, siempre viaja una persona que no tiene otra misión que medir todo lo que hace el atleta sueco, un atleta que va atesorando todos los récords nacionales desde los 1.500 hasta el medio maratón. Antes de la Mitja Marató de Barcelona, en febrero de 2024, el ‘predictor’ de Svexa le auguró un debut en 59:31 y cruzó la meta en 59:23. Un error del 0,2%. Récord de Suecia por casi dos minutos.

Almgren se sintió imparable en 2024. En cuatro días batió otros dos récords de Suecia: el 30 de mayo, el de 5.000, y el 2 de junio, el de 3.000. Pero luego llegó el Europeo de Roma y un error de cálculo, un ataque precipitado a falta de 300 metros, que resultó fatal y le dejó sin medallas cuando se vino abajo en la recta y entró justo por detrás del español Thierry Ndikumwenayo (bronce). Peor fue en París, en los Juegos, donde no pudo participar por culpa de una lesión.

Luego, en otoño, se fue recuperando. Almgren es de los que recurre a la bicicleta y a la elíptica cuando está lesionado. El sueco volvió a Sierra Nevada para entrenar por encima de los 2.000 metros de altitud junto a los Ingebrigtsen. El flamante plusmarquista de los 10K es otro de los que utiliza la cinta de correr para entrenamientos en los que necesita la máxima exactitud y condiciones completamente parejas en cada metro recorrido. Su reaparición se produjo en el Europeo de cross, en Turquía, una competición que no había preparado específicamente. Pero cumplió y acabó quinto. Su objetivo estaba en Valencia. No fallaron sus dos entrenamientos fetiches: 15x400, con 30 segundos de recuperación y 10x1.000, con un minuto de descanso, a 2.37/2.38. Después viajó a la Ciudad del Running, arriesgó y no falló. Los primeros cinco kilómetros los hizo en 13:43; los segundos, en 13:10. Almgren ya será siempre el primer europeo que corrió diez kilómetros en menos de 27 minutos.