VALÈNCIA. Fichar un entrenador con estatus de estrella, abrir las redes sociales, reunirse con la Agrupación de peñas valencianistas, anunciar que quieren explicar el proyecto, intentar rebajar la tensión con la prensa…son muchas las acciones que el Valencia CF ha llevado a cabo durante la última semana y media. Algunas realmente sorprendentes, otras necesarias y algunas muy esperadas. Está claro que no es para sacar el autobús pero aquí está habiendo algo… ¿Está cambiando algo o habrá gato encerrado? Sinceramente, no lo sé. Gattuso quizás tenga más información.
“Haber gato encerrado” es una expresión que significa que hay algo sospechoso. Por eso, no sé si hay gato todavía pero sí Gattuso encerrado en Paterna. El técnico italiano en el Valencia CF voló este fin de semana desde Málaga a Valencia, donde aprovechó en su casa marbellí los últimos días que le quedaban de descanso tras firmar su contrato y así ponerse manos a la obra. Se ha metido con sus ayudantes en el despacho de la ciudad deportiva para planificar lo que hay y lo que, quizás, deje de haber. Trabajo queda por delante, y mucho teniendo en cuenta que hay que rehacer el equipo, ya no solo por las ventas –que también- si no porque el estilo que quiere implantar el italiano nada tiene que ver con el que vimos el curso pasado en Mestalla.
Quiero creer lo que me dicen, y es que me cuentan que viene sabiendo lo que hay, con ilusión y con nombres propios que él mismo explicó a Peter Lim en una pizarra gigante. Que está convencido de que va a poder hacer cosas aquí y que tiene la garantía de haberlo hecho en otras plazas igual de difíciles a todos los niveles como son Milán y Nápoles. Que ha pedido tanto él como Mendes que se firme un Director Deportivo –Leonardo es el mejor colocado ahora y con quién coincidió en Milán- y que el club haga las ventas que deba hacer pero que le traigan a sus “jugadores fracasados” pero con hambre de ganar.
Quiero creer pero no puedo evitar ser escéptico a la par que ilusionarme con la forma en la que habló Gattuso en sala de prensa. Algo debe saber él que no sabemos nosotros para hablar de esa manera. Si bien es cierto que esto lo hemos vivido antes y estamos en alerta, también es verdad que el italiano llegó y no le tembló el pulso en responder a todas y cada una de las preguntas que consideró oportunas por muy incómodas que fueran. Tiene algo tan bueno como malo, que Mendes le acompaña. Bueno porque quiero creer que Lim no va a engañar más al agente y su representado que a los que han pasado antes; y malo porque sabemos que los hilos, por mucho que haya un director deportivo de renombre –sea Leonardo, Ramón Planes, Subirats… o quien sea- debe tragar con ciertas operaciones que son de sello portugués.
Quiero creer que la posición de Sean Bai aportará más cordura que la de un presidente que acabó consumido por el infame personaje. Que lo de las redes sociales, la reunión con las peñas o la posible presentación de un proyecto no sean solo humo y haya algo raro.
Pero quiero creer algo que de por sí ya es complicado. Porque estamos cansados de creer, de tener fe, de intentar pensar que va a cambiar algo. De que jueguen con las ilusiones y sentimientos propios del inicio de cada temporada. De que cambien todo para no cambiar nada. Se necesitan realidades, hechos y cambios drásticos. Porque de lo contrario no solo habrá gato encerrado en todo esto, sino que el que estará más encerrado que nadie será Gattuso al ver dónde se ha metido.