VALÈNCIA. Dicen que el que la sigue la consigue. A buen seguro que fue lo que pensó Liliana Fernández Steiner cuando daba sus primeros pasos en el voleibol. Pero como dirían ahora los más jóvenes, sus ambiciones deportivas la han llevado a "pasarse el juego". Y es que este verano, en el campo de Marte, con la majestuosa Torre Eiffel observando la competición como espectadora de lujo, la de Benidorm participará en sus cuartos Juegos Olímpicos. Un idilio con los cinco aros que arrancaba hace 12 años, en una cita en Londres que compartió con su inseparable Elsa Baquerizo. Ambas repetirían en los posteriores Río de Janeiro 2016 y Tokyo 2020, hasta que pasada la cita en la capital nipona, Baquerizo decidió retirarse tras casi 15 años en el máximo nivel. Una pareja que dejaba una envidiable hoja de servicios, donde destacan tres medallas en campeonatos de Europa y el dominio en el circuito nacional durante un largo período de tiempo. Sin embargo y pese a la salida de su "alter ego", Lili se vio con fuerzas y ganas de continuar escribiendo, con letras de oro, una impecable trayectoria. Todo ello mezclado con una doble maternidad que le ha hecho tener que gestionar aún mejor su tiempo. Así, en la parte final de 2022, sería Paula Soria quien se convertiría en su nueva aliada en el camino hacia el billete a Francia. Soria, originaria de Orihuela, llegaba como una de las nuevas realidades de la arena. Así lo refrendaba un extenso palmarés obtenido, a nivel internacional, en sus diferentes participaciones en torneos de primer nivel fuera de nuestras fronteras. De la misma manera, a nivel doméstico, también había destacado ya de forma brillante. Pero la empresa que se les planteaba no iba a ser nada sencilla, ya que el acoplamiento debía ser rápido en una clasificación siempre muy exigente en esta disciplina. Mientras seguían en el camino hacia el objetivo, el dúo español formado por Tania Moreno y Daniela Álvarez, obtenían el pasaporte a París.
Con la entrada en este 2024, las posibilidades de acceso estaban en el aire. Sin embargo, un gran sprint final, con destacados resultados, culminaba en la ciudad checa de Ostrava con la confirmación de su aterrizaje en los Juegos Olímpicos.
La mezcla de competitividad, garra, superación y experiencia, que se mezclan en un dúo, promete divertirse y divertirnos a los pies de un Trocadero, que de nuevo con el voley playa, aglutinará los ojos de multitud de aficionados en un deporte siempre tan vistoso y espectacular.