Hoy es 11 de octubre
VALÈNCIA. Mañana arrancará en el Stadion Wankdorf de Berna la primera entrega de una doble batalla clave para las opciones del Villarreal en la presente edición de la Liga de Campeones. Espera con el cuchillo entre los dientes el Young Boys, vigente campeón de la Superliga suiza y actual dominador del fútbol helvético con cuatro entorchados domésticos consecutivos.
El conjunto dirigido por David Wagner (discípulo de Jurgen Klopp en Dortmund y ex de Huddersfield y Schalke 04) puso el grupo F patas arriba con la victoria sobre el Manchester United en la primera jornada. Una victoria que, además de dibujar los peligros y las fortalezas del equipo como local, cambió contra todo pronóstico el panorama de la competición para un histórico del fútbol suizo que tiene en el doble enfrentamiento con el Submarino una oportunidad única de hacer historia.
Es una evidencia que, a nivel técnico, los suizos están muy por debajo del Villarreal. El Young Boys no es un equipo con argumentos para hacerse con el control de los partidos y monopolizar el balón frente a rivales de nivel Champions League. Es cierto que lo hizo ante el United, pero los ingleses se habían quedado con un jugador menos al poco de la media hora de partido y el equipo supo oler la sangre; sin embargo, ante la Atalanta apenas dispuso de un 35 % de posesión en su derrota 1-0 en Bérgamo.
Para suplir estas carencias, los de David Wagner se hacen fuertes desde una apuesta de fútbol inteligente teniendo en cuenta el nivel técnico y la juventud de sus jugadores. La espectacular atmósfera de su estadio estimula sobre manera una idea de juego basada en un ritmo alto de partido, verticalidad, veloces transiciones y peligrosos contragolpes con muchos efectivos. ¿Su esquema? Un 4-4-2 un tanto anárquico, limitado para sacar el balón jugado pero muy valiente para pisar área rival con frecuencia.
Como buen exponente del fútbol helvético, el Young Boys es el escaparate y la cuna de muchos jóvenes futbolistas que buscan llevar el fútbol suizo a una dimensión mayor. El pivote Michel Aebischer, Christian Fassnacht y el ofensivo lateral izquierdo Ulisses Garcia ya son internacionales por una selección dirigida ahora por Murat Yakin (que sustituyó en el cargo al actual técnico del Girondins de Burdeos Vladimir Petkovic tras la pasada Eurocopa).
Más allá de los futbolistas autóctonos, el ataque de los berneses se configura alrededor de la presencia de jugadores de origen africano: el interior Nicolas Ngamaleu (internacional camerunés), Meschack Elia (internacional por la R.D. Congo) y el tanque de 1,90 formado en Francia e internacional por Estados Unidos Jordan Siebatcheu (9 tantos y 2 asistencias en 16 encuentros esta temporada).
El equipo de Emery, por su parte, necesita los puntos con urgencia (marcha colista de grupo con 1 solo punto en su casillero). Una versión madura de los groguets no debería caer en la trampa de un partido de ida y vuelta, buscaría aislarse de la atmósfera que creará el Young Boys y su hinchada y se mantendría permanentemente concentrado en hacer su fútbol e imponer un escenario donde se sabe superior: bajas pulsaciones, control del balón y aceleración en tres cuartos de campo. Si no asume el control del partido desde el principio y se deja llevar por la atmósfera y la intensidad suizas, entrará en un intercambio de golpes del que puede salir muy mal parado.