VALÈNCIA. Al ya conocido regreso de Cristiano Piccini, que solo había disputado una hora de juego en lo que va de temporada con la camiseta del Atalanta, se unen este mercado de invierno tres incorporaciones con las que el Valencia pretende reforzar todas sus líneas, a excepción de la portería. A pesar de sus diferentes características, Patrick Cutrone, Ferro y Christian Oliva obedecen a un perfil de futbolista joven y prometedor, pero todavía inexperto y que no ha tenido apenas protagonismo en lo que va de temporada en sus respectivos equipos de origen. Tres refuerzos cuyo rendimiento no deja de ser una incógnita para un Valencia que vive una de las temporadas más complicadas de su historia reciente.
La incorporación con más cartel de las tres que se han concretado. Sus espectaculares números realizadores tanto en la cantera como en el primer equipo del Milán lo convirtieron en una de las grandes esperanzas del fútbol italiano. Tanto es así que el Wolverhampton de Nuno Espírito Santo abonó la respetable cantidad de 28 millones de euros al Milán por hacerse con sus servicios hace apenas año y medio. Sin embargo, ni en Inglaterra ni en la Fiorentina, donde ha pasado un año cedido, su rendimiento y sus números han sido ni un atisbo de lo que prometían. La llegada de William José a los Wolves ha acelerado su salida. Con todavía 23 años, se trata de un delantero con instinto de área. No suele participar demasiado en el juego de su equipo, ni es un prodigio técnicamente hablando, pero su explosividad y su olfato e inteligencia dentro del área lo convierten en un jugador peligroso, que suele encontrar buenas opciones de remate si tiene minutos.
Central de 23 años made in Portugal. Internacional en todas las categorías inferiores de su selección, fue incluso convocado por la absoluta en una ocasión, pero sin llegar a debutar. Proveniente del Benfica, es fuerte en el juego aéreo gracias en parte a sus 1,91 metros de altura y está bien dotado técnicamente para la salida de balón. Sin embargo, sufre en el uno contra uno y en velocidad y se le han achacado fallos de concentración en las escasas oportunidades que le ha concedido Jorge Jesús, quizá debido a su falta de continuidad al máximo nivel. Viene de jugar apenas 4 encuentros en lo que va de temporada, por lo que llega en busca de minutos y de una oportunidad para demostrar que puede ser un central de garantías para un equipo como el Valencia.
Cuando uno imagina el clásico perfil de mediocentro uruguayo, bien podría pensar en Christian Oliva: rigor táctico, ayudas, despliegue y, si es necesario, dureza y carácter. Un perro de presa con decente manejo de balón y una nueva alternativa para el balón parado que viene a reforzar la que es posiblemente la parcela más debilitada de la plantilla. Se dio a conocer en una gran Copa Libertadores que protagonizó Nacional de Montevideo en 2018, donde destacó en este tipo de labores de la mano de Alexander “Cacique” Medina, exjugador del Cádiz y el responsable de la irrupción de Christian Oliva en el fútbol profesional. Durante su cesión de seis meses al Cagliari convenció y los sardos pagaron 5 millones de euros por el charrúa en verano de 2019. A sus 24 años, viene de jugar 10 partidos en Serie A (aunque solo uno completo), por lo que es el refuerzo que, a priori, mejor llega físicamente y antes puede entrar en la dinámica de grupo.