VALÈNCIA. Formado en la cantera del mítico Dinamo de Kiev, Roman Oléhovych Yaremchuk (Leópolis, 1995) dio el salto a la liga belga en verano de 2017 gracias a su versatilidad desde la punta del ataque del histórico club ucraniano. Uno de los grandes de Bélgica, el Gent, firmó al delantero ucraniano cuando este apenas contaba con 21 primaveras, tiempo suficiente para asentarse como internacional en todas las categorías inferiores de su selección nacional y destacar en la liga ucraniana no solo por su capacidad de remate, sino también por sus aptitudes para atacar los espacios con velocidad y desahogar al equipo con su inteligente juego de espaldas.
En aquel momento, la apuesta les salió muy bien a los de Gante: Yaremchuk sumó 47 dianas y 20 pases de gol en 111 encuentros a lo largo de cuatro campañas. Unos números y un rendimiento que lo llevaron a disputar la última Eurocopa a las órdenes del mítico Andriy Shevchenko, que depositó una gran confianza en el nuevo fichaje valencianista haciendo de él un fijo y un puntal de aquella Ucrania que cayó en cuartos de final ante la que a la postre fuese finalista: Inglaterra. Sin duda, aquella fue la mejor etapa de la carrera deportiva del ucraniano, que lleva “desaparecido” desde aquel verano de 2021.
Sus 191 centímetros de altura pretendían ser un farol: delantero centro referencia y rematador, el juego aéreo nunca fue una de las mejores virtudes de un futbolista que sabía atacar los espacios con olfato y velocidad, ofrecía buenos desmarques cayendo a banda y desahogaba a sus compañeros ofreciéndose de espaldas a portería en fase de construcción. Sabedor de sus limitaciones técnicas lejos del área, sabía ofrecer una salida fácil soltando rápido el esférico a la banda o asociándose al primer toque. Es un perfil versátil para su tamaño y su condición de delantero referencia, pero su rendimiento en las últimas dos temporadas deja muchísimas dudas.
El caso es que su buen hacer en la liga belga y en aquella Eurocopa hicieron de Yaremchuk un delantero relativamente cotizado en el continente, llegando incluso a sonar el interés de varios clubes de la Premier League. Sin embargo, el Benfica se adelantó y firmó al espigado ariete previo pago de 17 millones de euros en julio de 2021.
Su temporada en Portugal fue de más a menos, y Os Encarnados optaron por poner a la venta al ucraniano el verano siguiente. La secretaría técnica del Brujas, consciente del buen rendimiento que acreditaba el ariete en la liga belga y con la necesidad de firmar un atacante, devolvió los 17 millones de euros a las arcas del Benfica para incorporar de nuevo a Yaremchuk al campeonato belga.
Ahora, cerca ya de cumplir 28 años, llega a Valencia como una gran incógnita y con la condición de descarte de un equipo que el año pasado alcanzó los octavos de final de la máxima competición continental (cayó casualmente ante el Benfica de Roger Schmidt), pero que esta temporada disputará la Conference League.