El punto de inflexión de Coke

VALÈNCIA. Eivissa representó un punto de inflexión. Las dos victorias con Miñambres estuvieron sembradas de dudas. La de Can Misses, no. Qui té fam ensomia rotllos, dicen. Y nosotros necesitábamos algo así. Un triunfo con épica, con determinación, con coraje y, sin embargo, con merecimiento y calidad. Pudo haber sido más difícil si el árbitro llega a dar el golazo de Coke, anulado por milímetros. Me recordaba el amigo Simarro esta semana que el vallecano marcó en Getafe el gol de la victoria hace cuatro años y medio, el día en que Paco López se estrenó en el banquillo del Llevant, que ganó sin hacer un gran partido e inició una racha de ensueño. A partir de ahí todo fue a mejor. Ahora igual: el gol (anulado) de Coke en contra incentivó la reacción levantina, para sumar de tres en el estreno de Calleja. Un punto de inflexión imprescindible. Hacía tiempo que el Llevant no hacía vibrar a los suyos de esa manera. Tuvo que ser con diez. Peleando, pidiendo la hora.

Calleja, otro nivel. El madrileño supo mover el banquillo y replegar al equipo, justo cuando el partido lo pedía. Aunque sólo sea por ello se percibió un abismo respecto a lo anterior. En el saber hacer. El míster, sin embargo, se encuentra con carencias extraordinarias y uno de sus grandes retos será sortearlas. Las más obvias en la retaguardia: la primera parte de Son fue terrible. Llueve sobre mojado. ¿Hay alternativa? Los de siempre, los que llevan un siglo negando el pan y la sal a la cantera, afirman que no, que Pubill no vale porque el chaval ha cometido algún error en los cuatro ratos que ha jugado. Acaba de cumplir 19 años. Seguro que con la continuidad, la confianza y las oportunidades que se le regalan a otros, dará el nivel. En el centro de la zaga sucede parecido: Pier lleva, con la actual, siete campañas aquí y aún no sabemos cómo ni por qué. Lo de Postigo no es tan flagrante, pero está lejos del potencial de Vezo, que cumple ciclo de tarjetas y de Mustafi, en recaída de nuevo. Al poner a Álex Muñoz de central, por imperiosa necesidad, y con Saracchi en dique seco, el lateral queda para Franquesa, otro asunto difícil de encajar. ¿Cómo es posible, por cierto, que Álex chupara banquillo, ni aún estando al 80%? Otro que necesita (y merece) oportunidades, confianza y continuidad es Cantero, un futbolista distinto: vertical, tiene punta de velocidad con el balón en los pies, es preciso y toma buenas decisiones en el último pase. Si Calleja también lo ve, puede explotar en banda.

Bouldini, Joni, Iborra. En la parte positiva, el rendimiento de Bouldini va in crescendo, más allá de los goles; como el de Joni Montiel, tanto a balón parado como filtrando balones entre líneas. Del primero me lo esperaba; del segundo confieso que no tanto. Es evidente que mejora sus prestaciones tocando cerca del área rival y no a 30 metros, junto a Pepelu, donde se perdía, o en banda. El de Dénia es otro que, tras un inicio de liga titubeante, va cogiendo el tono, como Iborra y De Frutos, que firmaron sus mejores minutos en Eivissa. Era un clamor que, bien organizado y dirigido, y pese a las carencias, este equipo tenía calidad para mandar en Segunda. Hoy debe demostrarlo ante un histórico en horas bajas. Y consolidar una dinámica que le aúpe a lo más alto.