Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. Primera derrota del Levante de Julián Calero. Han tenido que transcurrir siete encuentros de pretemporada y seis oficiales de Liga para que el remozado conjunto granota, bajo mínimos, caiga por primera vez con el técnico de Parla al volante. Pese a tropezar en La Romareda y volver a mostrar un margen claro de mejora en algunos tramos de la noche, brotes verdes resaltan para agarrarse a la idea de un Levante que no se envuelva en una vorágine de malos resultados que hagan olvidar la situación actual de bonanza deportiva. Además, el entrenador, la estrella del club en lo que va de arranque, también exhibe un currículum que invita a olvidar el marcador de Zaragoza: Calero sabe levantar a los suyos tras una primera derrota que termina con una dinámica sobresaliente.
Ocurrió en las filas del Burgos, cuando el preparador granota entrenaba al conjunto de El Plantío en su segunda temporada consecutiva en Segunda. Entonces, tras una primera experiencia de vuelta en la división de plata con la habitual lucha feroz por mantenerse en pie, el segundo curso del Burgos en la categoría empezó con una racha inmejorable. Aquel cúmulo de once encuentros sin perder y diez consecutivos sin encajar llegó a su fin en Lugo. Probablemente, donde menos esperaban los burgaleses. Y, entonces, encajaron por partida doble. Pero al Burgos de Calero no le costó levantarse.
Pese a que aquella derrota en el Anxo Carro escupió a un Burgos demasiado diferente a lo visto hasta aquel momento, la realidad es que el camino no se torció. El siguiente partido marchó por los derroteros habituales de la temporada: el equipo de Calero ganó a Ibiza y Las Palmas en los dos siguientes envites... sin encajar. Nada se rompió. Ni rastro de un posible titubeo tras sumar su primer garrotazo en forma de una derrota que cortaba una dinámica histórica en la ciudad.
Algo parecido le ocurre al Levante. Lo de La Romareda no terminó en catástrofe. Estuvo lejos de ser uno de esos partidos de plomo del Levante de antaño. No hubo siniestro total ni sensación de abatimiento. El equipo empezó mal pero se rehizo hasta el punto de merecer marcharse al intermedio por delante. Sin embargo, la derrota arroja un escenario completamente nuevo con Calero en la sala. ¿Cómo se repondrá el combinado de Orriols del primer tropiezo? De momento, el técnico ha dado dos días de descanso a su vestuario con el objetivo de recobrar la calma y volver al ruedo en busca de lamerse la primera herida de la temporada.