VALÈNCIA. Primer partido tras la primera derrota de la temporada y después de cinco meses sin perder. El encuentro de este domingo ante el Almería en el Ciutat es todo un examen de recuperación para un Levante que, con Julián Calero en la nave, todavía no conocía el sinsabor de la caída. Orriols volverá a ser un escenario propicio para retomar el firme vuelo que el técnico de Parla había iniciado. Hasta el momento, el conjunto granota solo ha jugado dos citas en casa y una ya fue ante un recién descendido, teóricamente llamado a liderar la parte alta de la clasificación. Frente al Cádiz, un empate que no abrió brecha para las dudas. Y es que, a pesar de sucumbir en La Romareda, a este Levante no le asaltan las incógnitas.
En Zaragoza se pudo ganar. El equipo debió marcharse al descanso por delante en el marcador y, en el cómputo global, estuvo muy lejos de ser lo que, hoy, ya parecen antiguas imágenes demoledoras de un Levante sin rumbo deportivo. Es hora de confirmar esa distancia respecto al pasado. Calero, además, salió airoso de la última ocasión en que, en Segunda, cortó una racha espectacular de once partidos sin perder y diez consecutivos sin encajar. Entonces entrenaba al Burgos en su segunda experiencia en la categoría, y se codeaba con los aspirantes al ascenso al son de una plantilla diseñada para otras batallas.
Construido para el ascenso o solamente "para competir", tal y como comentaba el entrenador en Plaza Deportiva, la realidad es que el primer tramo de la temporada está siendo óptimo para el Levante. Por eso, no se esperan grandes cambios que rompan con lo exhibido hasta la fecha a pesar de haber marcado el primer 'rojo' en la lista de resultados. Con tres hombres en el centro del campo, la novedad podría ser la titularidad de Iborra junto a Oriol Rey, en cuyo caso caería Kocho. En punta, se mantendrá Morales junto a Brugui, con Carlos Álvarez y Pablo Martínez por detrás. En la zaga, volverá la dupla Elgezábal-Cabello después de la oportunidad que tuvo Dela en Zaragoza. Mientras se recupera Fabrício, cuyo regreso invitará a la reflexión en la ofensiva, la estructura parece inamovible.
