VALÈNCIA. El 'caso De Frutos' está cogiendo tintes de culebrón. Aunque en el Coliseum la llegada del extremo se da por segura desde hace días, la realidad es que su fichaje por el Getafe se está alargando de más por las cantidades que, a la postre, el Levante percibiría por dejar marchar al que es ahora su jugador franquicia. El Getafe aprieta el gaznate levantinista aprovechando su situación económica, la dificultad en la rampa de salida que atraviesan los de Orriols, la necesidad de cuadrar el ejercicio ya cerrado y, sobre todo, el descenso a Segunda División que ha terminado de agravar todo lo anterior.
La entidad azulona ofreció en primera instancia unos 5 millones por el segoviano y después ascendió su oferta a una cantidad que ronda los 9. Sin embargo, es archiconocida la gran clave de esta operación: el 50% de los derechos económicos del jugador pertenecen al Real Madrid, por lo que cualquier cantidad aceptada por su 100% llegaría al Ciutat partida por la mitad. Esto obliga al Levante a reducir considerablemente la suma que recibiría por De Frutos. No solo estaría lejos de los casi 10,5 kilos que ha de sacar la entidad en venta de futbolistas, sino que también se alejaría de esos 9 que ofrecen desde Madrid.
Y es que a la condición de recibir el 50% del total, hay que sumar la amortización pendiente que tiene el Levante sobre De Frutos. El de Navares de Enmedio llegó en 2020 a Orriols por 2,5 millones de euros procedente del Real Madrid y tras jugar la temporada anterior en el Rayo Vallecano. Firmó por 5 temporadas, hasta 2025, y le quedan 1,5 millones por amortizar. Por lo tanto, de una oferta de 9 millones, el Levante en realidad acabaría embolsando 4,5, pero sacaría una plusvalía de 3 millones netos que serviría para aumentar su límite de coste de plantilla.
A nivel contable, eso sí, el Levante ingresaría esa media porción de la oferta getafense, es decir, los 4,5 kilos. No obstante, si el club granota puede demostrar que la operación es anterior al 30 de junio y justificar legalmente el traspaso en el ejercicio anterior, sería esa la cantidad real, pero no la plusvalía neta. La rentabilidad de la venta de De Frutos se reduciría a esos 3 millones, que serían los que se podrían incluir en el ejercicio económico 21/22, con los 10,4 de imperativo de venta estipulados.
Mientras tanto, el club que preside Ángel Torres sí ha aligerado su rampa de salida. Ya van dos ventas importantes este año en el Coliseum y las dos se efectuaron antes de abrir la ventana actual de transferencias: Mathías Olivera y Hugo Duro. El defensor uruguayo salió dirección Nápoles por 12+3 millones de euros, mientras que el Valencia ejecutó la opción de compra de 4 kilos que poseía sobre el delantero.
A esos dos traspasos, hay que sumar el de Cucurella al Brighton: 18 millones que no se gastaron en su momento. Al mismo tiempo, el nuevo director deportivo del Getafe, Rubén Reyes, ha brindado ya dos incorporaciones a Quique Sánchez Flores: Portu y Seoane. El primero llega en calidad de cedido y con una opción de compra de 3,5 millones, más otro medio en variabes; el segundo aterriza en Madrid tras haber concluido contrato con el Huesca. Dos caras nuevas interesantes a la par que low cost para los azulones.
Y es que el Getafe está apretando fuerte al Levante por llevarse a De Frutos en unas cantidades económicas que no solucionarían la papeleta en Orriols y que llevarían al club posiblemente a malvender a uno de sus activos más apetitosos. Las reglas del juego con De Frutos exigen ajustar las cifras al máximo y el conjunto de la capital quiere aprovechar su buena posición.