Campaña, el mercado y el calendario

Era necesario escapar con los menos daños posibles de un inicio de calendario diabólico y de un mercado de fichajes focalizado en la operación salida y en el futuro de Campaña. La estructura resiste y esa es la noticia más positiva. El Levante se ha mostrado firme ante los cantos de sirena desde la Premier por el internacional de nuevo cuño y, sobre todo, por el efecto dominó del clausulazo del Arsenal por Thomas que precipitó un movimiento del Atlético por el andaluz. Hasta el último instante ha tocado cruzar los dedos y esperar. Por eso en las últimas reflexiones siempre he dicho que no iba a estar tranquilo hasta que la ventana de fichajes se cerrara. Y aún los colchoneros tendrán 30 días más por la maniobra ‘gunner’. No se mueve ni entendería que cambiara la historia en ese tiempo extra porque no habría posibilidad de ejecutar un ‘plan B’. Y por mucho que el jugador se pudiera declarar en rebeldía, que no creo que lo haga. Cualquier viraje sería reventar la ilusión. La realidad es que el Atlético, por el Fair-Play, no puede gastar ni la mitad que ha recibido por el ghanés y en el ‘caso Campaña’, el Levante siempre ha marcado el ritmo ya que lo tiene atado y bien atado.

La merecida llamada de Luis Enrique le ha revalorizado más todavía, le ha puesto en el foco si es que alguno no conocía de lo que es capaz el ‘24’. Su relevancia está por encima del dinero inglés y los remedios desesperados del Atlético sin ‘cash’ suficiente para hacer un ‘jaque mate’. Sin él quizás hubiera tocado reformular la hoja de ruta. Nadie es indispensable, pero no a cualquier precio. Sigamos disfrutando de su talento. Campaña se ha convertido en el segundo internacional de la historia del club y coge el testigo, 56 años más tarde, de Ernesto Domínguez, el ‘Galgo de Vallejo’, otro jugador de ‘10’.

Al ‘Mago’ sevillano le pediría varias cosas: que no olvide que este presente de plenitud lo ha conseguido vestido de azulgrana donde ha madurado después de haber dado tumbos por toda Europa, que vestir la Roja no le desenfoque, no le nuble la perspectiva ni le haga creerse más de lo que es, y que por su etiqueta de ‘primer espada’ en el campo y su contrato debe construir una imagen de líder en todos los aspectos. Me faltó que la afición también hubiera tenido presencia en su mensaje de agradecimiento tras oficializarse su convocatoria. No me canso de repetir que el Levante necesita emblemas más allá del césped, a lo Ballesteros, Iborra o Juanlu, y que ahora solamente personaliza el ‘Comandante’ Morales. A lo mejor es que el romanticismo en el fútbol ya no se estila en Orriols. Ese grado de identificación que brillaba en el pasado se ha reducido a la mínima expresión. La realidad futbolística actual a puerta cerrada y sin fecha de regreso también ha ayudado a esa escasez de símbolos, esos que te impulsan a plantarte en la Tenda granota, comprar su camiseta y serigrafiar su nombre y número a la espalda.

A un nuevo descanso por selecciones, el Levante llega en descenso, con tres puntos de doce que saben a poco. Tres salidas (Mestalla, El Sadar y Sánchez Pizjuán) y el exilio de La Cerámica con luces y sombras. Una sensación de equipo con un ADN reconocible y reforzado sobre una base continuista y con recursos. A nivel de juego no me preocupa. Hay que tener paciencia y no alarmarse. Lo que me inquieta es esa acumulación de factores que se repiten y cuestan puntos. Ante el Real Madrid, en otra acción a balón parado, a Vinicius le dio tiempo para controlar, posicionarse sin presión alguna y superar a Aitor Fernández. Nadie salió a morder, se quedaron mirando al brasileño ejecutar y no perdonar. Incomprensible. Cada vez que repetían la acción me desesperaba. Le hubiera dado tiempo a Vini a tomarse un café y hacerse un TikTok.

Son tres derrotas en cuatro encuentros con distintas lecturas. El sopapo del derbi reseteó al vestuario. Es lo que tiene Mestalla y un partido que magnifica todo para lo bueno y lo malo, sea la jornada que sea. Era necesario reducir esa percepción de ‘Comando Suicida’, sin esconder la personalidad del colectivo. El dichoso equilibrio. Paco López encontró la fórmula reforzando la medular y prescindiendo de uno de los dos delanteros, aunque sin perder ni un ápice de personalidad. Han ganado protagonismo jugadores como Vukcevic, Malsa y, sobre todo, un Melero que crece sin la exigencia de actuar en el doble pivote. Es un llegador. Su presencia como punta del rombo en la medular tras la restructuración con los cambios puso patas arriba un guión que estaba teñido de blanco. Pieza clave en la reformulación de autor desde Pamplona, que no fuera titular tuvo un trasfondo físico y se notó. En mis preferidos tiene un sitio predominante porque se lo ha ganado a pulso.

En el arreón final, junto al renacer de Bardhi, que firmó sus mejores minutos hasta el momento de la temporada, la entrada de Melero cambió la cara a un Levante que no me convencía, sobre todo a la hora de generar fútbol porque le costaba horrores combinar tres pases con sentido, que había estado a merced de los blancos más de una hora por sus desconexiones. Gracias a que el actual campeón no cerró el partido hubo vida hasta que Benzema sentenció al contragolpe. Lástima que el equipo se mostró excesivamente contemplativo e impreciso en ataque. Me quedo con la valentía en esos últimos 20 minutos y que el equipo murió de pie.

Campaña estuvo apagado y de Bardhi espero mucho más. Sin duda, el mejor fue Carlos Clerc. Es igual de incuestionable su condición de titular en el carril del ‘3’ como que Casemiro tuvo que irse a la calle. Es lamentable que no viéramos ni una imagen repetida para corroborarlo. La patada a Melero, que le ha provocado una contusión en el tobillo izquierdo, era de roja o de segunda amarilla porque el centrocampista brasileño ya llevaba una desde el minuto 4. Con el tema del VAR desistí hace tiempo. Menos mal que la tecnología invalidó por fuera de juego el tanto de Sergio Ramos porque estoy convencido de que se hubiera pasado por alto la clarísima falta previa del central de Camas sobre Vezo antes de su cabezazo. También digo que es de locos que se anule un gol por un detalle tan imperceptible aunque esta vez haya sido a favor.

Soy muy cansino con este tema, más incluso que las vueltas que le he dado al derbi de la primera jornada, pero echo en falta a un jugador como Borja Mayoral. De sombrero su despedida. Ojalá le vaya muy bien en la Roma. Ha estado dos años cedido en el Levante, pero se ha sentido granota como el que más. Normal que muchísimos suspiráramos por él hasta que fue un imposible, incluso siendo conscientes desde el principio que afrontar otra operación de esta magnitud hubiera reventado la lógica financiera. Me gustaría insistir en que de momento es injusto cuestionar a Dani Gómez. La sombra de Borja es alargada. Para Paco era una pieza esencial. Las comparaciones no traen buenas consecuencias. Dani aún está verde para afrontar citas de máxima categoría y no pasar desapercibido. Necesita tiempo como De Frutos y servidor se lo va a dar a ambos. Pero eso no quita para pensar que es increíble que al final no haya llegado un delantero. Sin ese artillero que ansiaba Paco, la mejor solución es protegerse. 

Con los que se quedan hay que ir a muerte, estar con ellos en las victorias y, sobre todo, en las derrotas. Pero el mercado deja realidades que preocupan. Que Roger y Morales no se resfríen. Aún quedan capítulos en el ‘caso Campaña’ por escribirse. La dirección deportiva ha sido incapaz de desprenderse al cien por cien de los futbolistas que le molestaban a Paco (Sergio León y Hernani), la ‘operación salida’ ha sido de aquella manera y los fichajes ya estaban cerrados hace semanas... ¿Nada de nada desde ese momento?. Lo del central de jerarquía ya me parece una misión imposible. Y veremos el desenlace de las negociaciones por Morales, Rochina y Roger, que quedaron aparcadas para la conclusión de esta ventana de fichajes.