VALÈNCIA. El exportero del Celta de Vigo, del Real Madrid, del Valencia y de la selección española, entre otros, Santiago Cañizares presentó este martes su biografía y aseguró que si hay un capítulo de su trayectoria profesional al que le cambiaría el final es la final de la Champions que perdió con el club de Mestalla ante el Bayern de Múnich.
“Hay un relato que me gustaría cambiar que es la final de la Champions. Me crie en la cantera del Madrid, estaba obsesionado con ganarla, lo hice en mi ultimo año en el Madrid aunque no jugué la final y no esperaba pelearla cuando me vine al Valencia. Me hubiera gustado que el Valencia hubiera escrito con letras de oro su nombre, ahora lo tiene en letras de plata, que no está mal. Había un capullo que era Oliver Kahn que no nos dejó”, explicó entre risas.
El libro ‘Cañete. Mucho más que un gran portero’ recorre la vida de Cañizares con prólogo de Iker Casillas y epílogo de Fabián Ayala, a los que agradeció haber colaborado con los autores, como lo hicieron cerca de veinte personas. “Todas menos una”, puntualizó.
“Es la película de mi vida porque igual me llega demasiado pronto porque la semana que viene cumplo 53 años y me siguen pasando cosas. De hecho las emociones más fuertes me han llegado cuando dejé el fútbol”, apuntó.
Editaba por Sargantana, la biografía está escrita por los periodistas César Toldra y Alfonso Gil, de larga trayectoria en la Agencia Efe.
Cañizares explicó que la etapa más bonita de su carrera fue sin duda los dos años en los que ganó la Liga con el Valencia. “Fueron maravillosas. No lo teníamos previsto. Cuando en enero Rafa Benítez dijo que podíamos ganar la liga nos reíamos de él. Pensamos que era un agrandado”, apuntó.
“Nos conocían en todo el mundo y nos sentíamos orgullosos. Fuimos a Liverpool y nos tenían un respeto de narices. Éramos una fenómenos, luchábamos contra los mas grandes y a veces les ganábamos. A veces no pero salían heridos y nosotros muertos”, recordó.
Toldrá aseguró que la vida de Cañizares ha sido hasta ahora “una montaña rusa” y explicó que la idea era tener “cinco o seis reuniones de una mañana con él y al final tuvimos catorce”.
“El trabajo era hacer un puzzle, íbamos ubicando las piezas”, señaló Gil. “Ha sido muy gratificante porque es un personaje con sustancia. Narra muy bien por ejemplo las dos finales. Nos lo ha puesto muy fácil”, señaló Gil ante el centenar de pers