CASTELLÓ. El Archivo Histórico Provincial de Castelló continuará cerrado pese que la ejecución, con mobiliario incluido, está concluida desde julio de 2023, cuando el Ministerio de Cultura firmó con la Generalitat Valenciana el convenio de uso del edificio. En la simbólica entrega del inmueble este jueves por parte del ministro Ernest Urtasun al conseller del área, José Antonio Rovira, este último evitó dar plazos de cuándo se abrirán las puertas del moderno edificio. Interpelado sobre cuándo podrá ser visitado por la ciudadanía, se limitó a señalar que ese momento se producirá una vez se solucionen "los flecos que faltan y eliminar las vallas exteriores. Ahora, ya es la Generalitat la que asume la gestión".
Esos flecos se refieren al traslado de los documentos que se encuentran en la actualidad en la biblioteca de Rafalafena, un servicio que todavía no se ha licitado, y a dotar a la infraestructura de personal. La reforma del antiguo Centro Universitario de Castelló (CUC) concluyó en enero de 2023 después de dos años de trabajo desde la actuación en 2021. La actuación ha supuesto la mayor inversión del Estado en la capital de la Plana en décadas con 13.388.698 euros para la adaptación y recuperación de la construcción. Del total, se han destinado 1.817.308 euros para el suministro de mobiliario y el equipamiento necesario para su puesta en marcha. El Grupo San José se ha encargado de transformar el inmueble.
La relevancia de los archivos
Con la recepción de la obra, "el Ministerio de Cultura cumple así con sus obligaciones en materia de infraestructuras y de soporte material, pero también con una línea de trabajo en la que queremos otorgar a los archivos la relevancia, el peso y la proyección que merecen", señaló este jueves Urtasun. "Son los archivos los verdaderos depósitos de nuestra historia y de nuestra memoria, y agentes activos en cualquier tarea de protección y puesta en valor del patrimonio común", agregó.
En esta línea, Rovira manifestó que "el Archivo Histórico Provincial un gran logro para la ciudad y para la provincia. Van a venir muchísimos documentos antiguos, como un pergamino de 1282 del notario Germán Raba, en el que confirma la asignación de términos en Onda y Borriol. Habrá infinidad de pergaminos de 1282 a 1556. A partir de ahora es la Generalitat la que asume la gestión".
El proyecto ha incluido diversas estrategias destinadas a alcanzar el objetivo de consumo casi nulo. El diseño arquitectónico reduce la demanda energética, mientras que con los sistemas de climatización, iluminación y ventilación se alcanza la eficiencia para los usos y demandas requeridos por el edificio. Cuenta, además, con cubierta descontaminante y la incorporación de producción de energías renovables a través de la cubierta fotovoltaica, lo cual ha permitido que la Certificación Energética del edificio corresponda con la Calificación A y se cifra el consumo del edificio en 21,89 Kw/m2 año. Es la primera vez que un edificio del Estado recibe esta certificación.
Distribución de espacios y usos
El nuevo edificio del Archivo Histórico Provincial de Castellón cuenta con una superficie útil interior de 5.809,69 m2 y una superficie construida total de 7.030,19 m2 dispuestos en planta baja, cuatro plantas sobre rasante y planta técnica en cubierta.
Los depósitos ocupan las cuatro plantas superiores en su totalidad, mientras que en la planta baja se ubican las áreas públicas (sala de exposiciones, sala polivalente y salas de consulta), el área privada (administración, dirección y oficinas) y el área reservada (clasificación, ordenación, conservación, laboratorio…). Están distribuidas de forma que se garantiza la seguridad y la conservación, al tiempo que visitantes y trabajadores disfrutan de un espacio ordenado y cómodo.
En la reforma destaca la creación de un espacio público exterior, un atrio de entrada, alejado del tráfico, que funciona como elemento de identificación del acceso principal y como espacio de mediación entre el entorno y la entrada. Además, permite poner en valor el zócalo con el que el edificio se muestra. El porche a doble altura enmarca el acceso, acompaña y muestra al visitante, a modo de escaparate, la entrada y las áreas de uso público y de exposición, potenciando así la relación del archivo con los ciudadanos.