VALÈNCIA. Cavani ya 'sonríe' en el Valencia. Tercer partido consecutivo como titular del delantero uruguayo y su rodaje marcha en la buena dirección. El charrúa entró directo al once conforme alcanzó un estado óptima para competir. Gattuso le convenció para entrar de inicio contra el Celta y se le vio falto de ritmo, pero con movimientos interesantes para facilitar espacios a sus compañeros.
Su rendimiento está en línea ascendente. Cornellà fue otra prueba de ello. El uruguayo empezó a entrar más en juego, pero con un punto de mira desviado. Lanzó arriba un disparo desde la frontal y tampoco estuvo fino a la hora de conectar un centro de Gayà al primer palo. Después de tres meses sin competir, Gattuso ha tomado una hoja de ruta clara para esquivar lesiones con Cavani.
El delantero renunció a acudir con Uruguay tras mantener una charla con el seleccionado Diego Alonso y continuó con su puesta a punto en Paterna. El pasado viernes en Pamplona, Cavani empezó a ser ese futbolista determinante. Tras una buena conducción, Cavani trazó un gran pase al espacio para que Kluivert firmase un golazo.
Tras dos partidos discretos, el uruguayo se quitó una losa de encima. Cavani estuvo especialmente efusivo en la celebración del gol y se le vio alzar el puño en solitario como un gesto de rabia y liberación. Un hecho que también ocurrió en el segundo gol del Valencia contra Osasuna. Tras un barullo en el área, Diakhaby hizo el 0-2 y se marchó a una esquina para celebrarlo. Justo al lado contrario lo hizo Cavani. El uruguayo se desató, saltando con efusividad y moviendo los brazos se dirigió hacia donde estaban ubicados los aficionados valencianistas para compartir la alegría por encarrilar el triunfo.
Por contra, la noche no tuvo un 'final' perfecto para Cavani. El uruguayo tuvo la oportunidad de estrenarse como goleador en el Valencia, pero erró la pena máxima al toparse con el larguero y su tanto tendrá que esperar. Poco después, Gattuso no quiso correr riesgo y volvió a sustituirle alrededor del minuto 70.