EPVALÈNCIA. Carlos Clerc ha roto en la noche de este martes su silencio respecto a la lesión en su rodilla izquierda, que le apartó del último tramo de temporada. El lateral, cuyo contrato con el Levante venció este pasado 30 de junio, ha asegurado que sintió que dentro del club se dudó del dolor que sentía en la zona: "El club me dio la espalda en algunos momentos, se me llegó a decir que el dolor era psicológico", ha dicho el catalán en una charla en el espacio levantinista de Twitter de la 'Twittertulia'.
"No me molestó que no se me encontrara qué tengo, sino que se dudara de que lo tengo", ha confesado Clerc, quien además se despidió este lunes del levantinismo admitiendo que se marcha con la conciencia "muy tranquila por haberlo dado todo". Además, el futbolista ha desvelado la intrahistoria de un episodio que avanzó PlazaDeportiva.com el pasado 3 de abril. Clerc, al cerciorarse de que los servicios médicos del club no eran capaces de encontrar los motivos de su dolor constante en la rodilla -"veía las estrellas al golpear", ha comentado"-, pidió opinión sobre su dolencia fuera de las fronteras de Buñol. Concretamente en Barcelona, donde acudió cada lunes a tratarse tras hallar solución en una primera visita y porque ya no confiaba en los serivicios médicos.
Clerc pide opinión sobre su rodilla en Barcelona
Clerc ha contado que pidió al Levante permiso para acudir a la ciudad Condal para demandar una segunda opinión y que eso no pareció sentar bien en el seno de la entidad granota. "Me dijeron que no era conveniente que fuera, pero después tenía ya la cita y lo aceptaron". Eso sí, el lateral ha puntualizado que fue solo a esa cita porque desde el club se alegó que no había AVE para acompañarle. Después, el catalán volvió a recaer a pocos partidos de concluir el campeonato, antes de consumarse el descenso levantinista, cuando ya había regresado a los entrenamientos con el grupo. Fue entonces cuando se le recomendó que "liberara la cabeza y su rodilla", y ya fuese directo al verano.
En el capítulo de su lesión Clerc ha sido nítido y se ha mostrado enfadado con el trato por parte del Levante. Incluso ha enviado un recado al presidente, Quico Catalán, quien, cuenta, le indicó que no se esperaba de él su actitud porque los servicios médicos le habían trasladado que podía entrenar con el resto de sus compañeros. Sin embargo, también ha hablado de otros asuntos, como su no renovación en el Ciutat. El carrilero concluía esta temporada su contrato pero, de no ser por el descenso, podía ampliar un curso más su vinculación.
"Me llamaron en diciembre, cuando no teníamos ni director deportivo ni entrenador, porque en ese momento Alessio era interino, y nosotros respondimos que queríamos esperar al 30 de mayo, a que terminase la temporada, para ver dónde estábamos", ha esclarecido. Clerc, en este sentido, ha dicho que esa es la misma respuesta que se llevaron otros clubes que, conscientes de su situación contractual, tocaron a su puerta: "Es lo normal cuando estás en una situación como esa", se ha referido a los momentos más críticos de la campaña para un club entonces desahuciado en la tabla clasificatoria. "Parece ser que molestó mi respuesta en el club", ha puntualizado un Clerc que, asegura, todavía no sabe cuál será su nueva casa la próxima temporada.
Lo que sí sabe, según apunta, es que para él lo ideal hubiese sido restar en Valencia, con domicilio recién comprado y con su hijo recién nacido, hace unos días. Además, también concibe que parte de la afición dudara de él por su lesión porque también lo cree lógico: "Soy un jugador que pasa de jugar mucho, a no jugar y después a caer lesionado... y encima acabo contrato. Blanco y en botella. No me molesta que el aficionado dude de mí porque no tiene toda la información y la que tiene ayuda a pensar así". Eso sí, dice que sí le duele "que no se haya dado el beneficio de la duda (sobre lo que la hinchada podía pensar que estaba ocurriendo) y el recelo de las personas más cercanas en el club que ha sentido que le han dado la espalda.
Clerc ha tocado muchos temas en la 'Twittertulia' y entre ellos también han destacado dos asuntos concretos, en torno a dos nombres propios: Chelo Saracchi y Alessio Lisci. Felipe Miñambres firmó al lateral uruguayo en una oportunidad de mercado que acabó con tres laterales zurdos en plantilla. "No me importa, lo veo bien, es una oportunidad, pero es cierto que no se habló conmigo... Además, recuerdo que el día en que se anunció su fichaje me había hecho daño en el entrenamiento y fue como un cúmulo de todo", ha venido a explicar el jugador de Badalona.
Respecto a Alessio, Clerc ha rememorado al visita al Metropolitano, en la victoria levantinista ante el Atlético de Madrid. El lateral se había pinchado para poder estar disponible para el técnico, pero finalmente el italiano optó por Son a banda cambiada en un encuentro que el andaluz rayó a buen nivel: "Soy una persona bastante rara en estos casos, porque me fastidia no jugar pero si es porque juega otro compañero no me molesta, no soy egoísta; aún así, es verdad que en aquel partido, si lo llego a saber, no me infiltro porque es meterle líquidos y cosas a la rodilla para nada", ha relatado
