VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Real Madrid - Valencia CF:
No creo que el Real Madrid haya jugado un partido oficial más cómodo que este en toda su historia. Un entrenamiento televisado ante la versión más patética del VCF que hemos visto este curso. No de la historia, porque versiones patéticas del VCF tenemos para elegir en la era Meriton, y bastante peores que esta. Si esto es lo que exportas al público chino no me extraña que las audiencias de la LFP a nivel asiático sean tan malas. Un Real Madrid vs VCF de benjamines tiene más interés que esto.
Como si considerara que era un partido de otra Liga (que, en realidad, lo era), el Valencia no compareció contra el Real Madrid. Hizo uno de esos partidos tontos, a los que nos tiene acostumbrados en casa pero no tanto a domicilio, y fue incapaz de hacerle cosquillas a un equipo que había sufrido en su estadio ante rivales en teoría inferiores al blanquinegro. Solo un disparo entre los tres palos, y desde 30 metros, en todo el choque es un triste balance para un equipo que, hasta ayer, había sido más fiable contra los poderosos que contra los débiles. Ojalá el partido sea un cambio de tendencia, porque yo compro que el Valencia sea más brillante contra los equipos de su liga que contra los que no importan.
Quan es lesiona un jugador de l'equip rival i no ix del camp i és el propi Valencia CF qui, tenint el baló en camp contrari, llança el baló fora per a que es faça el canvi, és una mostra de la falta d'ambició de la plantilla. I això, política directiva a banda, és un reflexe clar de la gestió de l'entrenador. La plantilla pot ser jove, pot ser inexperta, però no ha de faltar mai el puntet de futbol de carrer. Al Di Stefano van córrer sense trellat, amb un entrenador que tenia una visió privilegiada des de la llotja per poder llegir correctament el partit. Però res. Sense ser de la lliga pròpia, sumar era una bona injecció de moral per al partit que ve, el Celta. Que sí és important per a l'objectiu.
Si aterrizara un alienígena en Valdebebas, constataría la tesis del reino: el Madrid y el Valencia son clubes amigos. Siempre confraternizando. El partido contra el Oporto en Mestalla. Lo de Pedja como excepción. La confraternización histórica. El partido, tan distinto, resultó la extensión del de San Mamés porque dibujó a un equipo (inducido por su cuerpo técnico) entregado a su complacencia. La del grupo que sabe que sufre una condena y ya bastante hace con luchar por no bajar. Si a ello le sumas un ramillete de individualidades que en lugar de tirar del carro, se apearon de él (hola Guedes, hola Maxi), el resultado es el de una tarde apática e inane ante el Madrid hermano.
No sé por qué el valencianismo debe vivir partidos como este. Yo no he conocido ningún equipo que compita caminando. A mí se me ha acabado la paciencia con este técnico, que ya me parece hasta cobarde en su planteamiento. Cobarde e inoperante. Hay tantas burradas hechas por Merinton que me parece estar en bucle, viviendo una pesadilla. Yo no había visto nunca un equipo tan malo en todo. Desde su capitán hasta su presidente. Demasiadas palabras y pocos hechos. Supongo que tras el partidazo de Ferro saldrán los de la dirección deportiva sacando pecho. Aquí hay demasiado caradura: ese es el problema. Empezando por los que desgobiernan.
Resulta complicado analizar un partido en el que lo que no hubo fue precisamente eso, partido. El Valencia no estuvo. No compareció. Como si el equipo se reservara -entiéndame la expresión- para los días importantes. Los de su liga, los encuentros ante rivales directos por la permanencia. Por desgracia, el único objetivo actual. Las sensaciones se asemejaron a las peores de la temporada. El Real Madrid hizo y deshizo a su antojo sin la necesidad siquiera de meter la quinta marcha. Las palabras y los gestos de Gayà al acabar el encuentro resumían a la perfección el sentimiento del aficionado blanquinegro. “Si no salimos con intensidad en este tipo de partidos, ¿a qué queremos aspirar?” Sentencia de capitán.
Un Valencia gris y sin sentido esta pidiendo a gritos que se produzca un cambio de entrenador. El Madrid ganó con toda justicia ante un equipo mal parido y apático en el terreno de juego. Y este Valencia, con muchos jugadores vendidos, sigue teniendo jugadores para no sufrir en Primera División como lo está haciendo. En resumen, un cero para un equipo que no demostró no garra ante el Real Madrid. Triunfo cómodo y apacible de los madridistas