VALÈNCIA. Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión sobre el Valencia CF 2-2 Real Sociedad:
No és normal que te piten dos penals en un partit. I que, canviant de llançador, es tiren igual amb diferent resultat. No és normal que les penalitzacions per errades individuals siguen tan grans per al Valencia CF. No és normal esta temporada. No és normal, o almenys poc s'entén, la lectura que fa dels partits l'entrenador, que s'emportaria moltes xiulades de la grada a molts canvis. No és normal la desaparició de Kangin Lee, independentment de que estiga en joc el futur d'una perla esportiva i econòmica. No és normal la falta de seguretat que transmet Jaume davall els pals, per molt que senta el ferro. No és normal la irregularitat de Paulista, que sembla Curro Romero més vegades que le desitjades. I cada vegada sembla més normal la poca aportació de Maxi Gómez, potser deixant-se portar per la poca exigència demanada. Una temporada gens normal. I hui, altre exemple.
No sé qué piensa la gente pero a mí me cuesta ver evolución alguna en este equipo, plano, insulso y con mucha inmadurez en sus filas. El balón parado te da para sobrevivir en la zona media baja, no para luchar por mejores objetivos, porque sigues cometiendo errores de bulto atrás. Es para pensar este dato: en 26 partidos de liga en rival o ha marcado o te ha disparado con peligro en los primeros cinco minutos. Ese es el nivel de concentración y de seguridad defensiva. Bueno, de todo el equipo en general. Tarde, como siempre, agridulce y con un Maxi horrible que ha vuelto a perjudicar al equipo, quizá movido por la misma sensación de impotencia que nos invade a todos con este equipo. Si Gracia tuviese algo de dignidad ya no estaría, pero aquí estamos todos, rezando para que acabe esta temporada. No, que acabe esta pesadilla constante que es Meriton y los vestigios de sus decisiones. De momento, una Real con diez bajas pudo haberte ganado sin problema y sin penaltis de por medio. Tú, en cambio, ni generaste nada. Seguimos en la más cruda mediocridad.
Partido raro y extraño. El Valencia encajó dos goles bobos - a Jaume esto le viene grande- luego logró el empate y cuando parecía que iba a intentar sumar los tres puntos llegó la absurda expulsión de un bobo Gómez y ahí acabó todo. Pudo perder el Valencia, pudo ganar el Valencia pero al final reparto e puntos que no contenta a ninguno. Partido raro y un Maxi absurdo expulsándose cuando más falta hacía.
Viendo que el equipo sigue sin experimentar evolución alguna y saldrá un partido con sólo dos disparos a puerta siendo uno de ellos de penalti... habrá que dar por bueno resultado tras otro partido mediocre. El punto deja cierto buen sabor de boca porque el equipo trabajó en la segunda parte después de haberse ausentado del partido en la primera. Cuando se vislumbró la posibilidad de ganar, Maxi cometió una irresponsabilidad que volvió a sacar al Valencia del choque. Hemos bajado tanto el listón que aplaudimos los empates por suponer un puntito más para salvar la categoría. Una pena.
De un partido que parecía perdido a empatarlo, teniendo la sensación de que la remontada llegó a ser posible y acabar pidiendo la hora. Todo este vaivén de sensaciones se vivieron los noventa minutos de un encuentro que, a nivel clasificatorio, a nadie llamaba la atención. Como ayer, el resto de la temporada será intrascendente si el Valencia compite dignamente. Con ello será suficiente para no tener que sufrir. Justo lo que sucedió en los últimos minutos con la inadmisible expulsión de Maxi. El uruguayo transmite con sus gestos estar más fuera que dentro. Por cierto, ayer la Real tuvo motivos para quejarse del arbitraje. Todo hay que decirlo.
A un equipo desgarrado por la anemia de todo lo que le rodea -y que debería nutrirle de seguridad- se le pueden pedir dos cosas: una, que se sobreponga para ser heroico en la dificultad; o dos, que no se acabe de romper y se sostenga a duras penas. El Valencia hace tiempo que está en lo segundo. Este domingo, otra muesca. Desordenado y frío, voluntarioso y a trompicones. Vistos lo que sucede a su alrededor, no es poco lo de este equipo. El problema es que nunca es suficiente.