Con la ilusión por bandera 

VALENCIA. El Valencia Mestalla dirigido por Curro Torres ha vencido al Real Murcia, favorito a priori, en la ida de la segunda ronda de los play off con un partido muy serio de sus pupilos, que están dando un rendimiento muy superior al objetivo inicial de la temporada. 

Quizá jugar sin presión, quizá por jugar en Mestalla, quizá porque es la oportunidad más grande de éxito de muchos de ellos hasta el momento o quizá porque juegan con la ilusión por bandera, la realidad es que la temporada del Valencia Mestalla es digna de elogio.

Tras meterse como terceros de grupo, se clasificó para play off tras quince años, para volver a pelear por ascender a la categoría de plata del fútbol español, se eliminó al Real Club Celta 'B' que, en principio, era el rival más duro de los tres que podían tocar, y tras ganar en Barreiro y en Mestalla, se puso el punto de mira en el Real Murcia. 

Los de Vicente Mir llegaban a Valencia con más de 4.000 gargantas apoyándoles en la grada de Mestalla, y con una racha de 8 victorias, 2 empates y 1 derrota en los últimos once partidos, que son los que el técnico valenciano se ha sentado en el banquillo pimentonero. El objetivo del Real Murcia es claro, ascender. A diferencia del Valencia Mestalla, para quien estos play off son un premio, un regalo, una oportunidad que no estaba prevista. 

Pero ni con las sensaciones al alza, unos números que asustaban a cualquier rival ni con los refuerzos de invierno han podido amedrentar a los guerreros de Curro Torres, que han salido al partido con la idea clara que el entrenador ha conseguido grabar a fuego en la cabeza de sus pupilos, para derrotar al Real Murcia hacía falta ganar los dos partidos, pues bien, ya llevan uno. 

No fue fácil, pero ni los errores arbitrales, al no expulsar a David Sánchez, ni la intensidad del equipo rojiblanco ni la velocidad de Sergi Guardiola pudieron decantar la balanza para los intereses murcianos. Los jugadores de Curro Torres juegan con mentalidad de equipo bronco, copero, da la sensación de que muchos llevan años peleando en Segunda División B, cuando lo cierto es que muchos de ellos jugaban en juveniles hasta hace bien pocos meses atrás. 

El Mestalla ha sido capaz de ser fiel a su estilo, de tener el balón, de madurar el partido y ha terminado llevándoselo. Habrá que ver si el fin de semana que viene, con La Condomina repleta, los chicos del filial siguen ilusionando a todo el valencianismo.