El certamen devolvió los eventos de deporte no profesional a València
VALÈNCIA. La celebración de la Special Edition de Taronja Games durante los tres últimos días prpició que una expedición de casi 80 participantes y más de 100 personas de staff se movieran en un pasillo de seguridad ubicado entre el Hotel NH Las Artes, el polideportivo Quatre Carreres, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el pabellón municipal de la Fuente de San Luis.
Todos los inscritos han pasado por pruebas muy diversas, consistentes en levantamiento puro de peso, quema de calorías sobre bicicletas estáticas, carrera a pie, ascenso de escalones continuado, arrastre de cuerda con lastre, subida y bajada de sacos de arena, transporte de mancuernas, salto sobre cajón, dominadas, remo estático o anillas.
Además, han sido sometidos a más de 350 test Covid-19 y han generado un retorno de inversión para la ciudad cercano a los 500.000 euros, merced no solo al consumo interno sino a las ganancias generadas para las más de 50 empresas implicadas en la organización y a la permanencia en la ciudad durante varios días más de algunos de los visitantes.
Taronja Games, que cumple su quinta edición, no solo ha demostrado la posibilidad de poder organizar un acontecimiento de estas características en apenas dos meses, sino también cómo debe medirse la rigurosidad y responsabilidad para minimizar las posibilidades de contagio al tiempo que se reactiva la industria.
En palabras de su organizador, Iván Colmenarejo, este acontecimiento "debe suponer la apertura de la puerta a otras iniciativas que, bajo las mismas condiciones de rigurosidad, vuelvan a colocar a Valencia al frente de los eventos deportivos a nivel nacional e internacional".