Hoy es 12 de octubre
VALÈNCIA. Correia y la fortaleza mental. Esto es lo que pienso cuando visualizo el paso del lateral portugués por el Valencia CF. Vino en pleno incendio de Peter Lim. Meriton se cargó un proyecto que funcionaba y apostó por un desconocido en el lateral derecho por doce millones. Un precio desorbitado y con la lógica sombra de Mendes a la espalda. Una losa muy pesada. Por ello, su evolución es digna de admiración. Es cierto que era fácil crecer con unos conocimientos tácticos tan 'verdes' que hacían sangrar los ojos de los expertos. Eso es así. Pero lo complicado es no tirar la toalla. Adaptarse a un ambiente hostil por los errores que cometes y acabar reclamando un territorio que se vaticinada excesivamente grande.
Tengo que reconocer su mérito a Javi Gracia. Del poco legado que deja junto a Yunus o Racic. Correia ha madurado a base de cagadas y oportunidades. Su segunda parte de la temporada le confirmó como uno de los pocos jugadores que había progresado en un año decepcionante. En una temporada en la que Correia puede sonreír mirando atrás, la realidad es que tuvo otro momento duro que superar en el aspecto mental.
Protagonizó una expulsión absurda, de benjamines. Fue en el partido contra el Getafe agarrando en el centro del campo de forma innecesaria y forzando la segunda amarilla. El partido estaba a favor del Valencia en el marcador, el Getafe remontó y un gol de Soler en el descuento desde los once metros arregló el desaguisado. Fueron ocho partidos de condena ya que no fue titular y apenas acumuló pocos minutos quedando degradado a un jugador de relleno de la plantilla.
Sin embargo, una plantilla corta le volvió a sacar a la palestra. Y no defraudó. Fue un fijo durante toda la segunda vuelta. Dio una asistencia ante el Celta y marcó ante el Athletic de Bilbao. Acabó la temporada, y un nuevo universo se está abriendo para el lateral. Y está respondiendo. Bordalás le ha dado su confianza desde el primero momento en la pretemporada y las sensaciones de Correia siguen en línea ascendente. El lateral está implicado y con un físico que sobresale en la plantilla. Ahora toca lo más difícil, es el momento de consagrarse.