VALÈNCIA. Al milagro se va por otro lado. El camino es otro. El Levante se presentaba en el Coliseum con el sueño de la permanencia ya muy cuesta arriba pero con la oportunidad de iniciar el sendero hacia lo improbable. Se perdió. No cogió el lado bueno de la senda. Compareció poco ante el Getafe, que maniató a su rival desde el primer momento. Tanto que no había pasado ni un minuto y los azulones ya estaban por delante en el marcador. Media hora después, cayó el segundo -los dos de Enes Unal- y los chicos de Quique Sánchez Flores durmieron el partido. Y al Levante también. Sacó algo de orgullo el cuadro de Alessio, pero no pudo evitar la goleada: en el descuento Aleñà redondeó el desastre.
El partido no podía empezar peor. Con nuevo gol en contra a balón parado y, esta vez, a los 43 segundos de juego. Solo dio tiempo al equipo de Quique a forzar un saque de esquina y a que Enes Unal entrara como un cuchillo al primer palo deshaciéndose de la marca de Clerc. Un desajuste claro para abrir boca y que costó la primera bronca entre compañeros en la defensa granota. Trató de revivir rápidamente el cuadro granota y se encontró con un buen De Frutos, el único diferencial sobre el césped, que probó por primera vez a David Soria. El Levante, además, reclamó un penalti por mano de Damián Suárez que fue rápidamente revisado por Cuadra Fernández desde el VAR. Quizá demasiado.
Aún así, el despertar del equipo de Darío Navarro fue efímero. Con más coraje y corazón que fútbol en las botas. El balón duraba poco en dominios levantinistas, las contras eran estériles y el Getafe se mantenía cómodo en el campo incluso en los mejores minutos visitantes. Incluso cuando el Levante trenzó una jugada de ataque con clarividencia, la pelota no quiso entrar. De Frutos mandó al palo un pase de la muerte de Bardhi. Antes, Enes Unal había firmado su doblete y había puesto el 2-0 en el luminoso tras romperle la cadera a Postigo con una facilidad pasmosa. El cuadro de Orriols era un muñeco roto deambulando por el sur de Madrid pese a algún arranque de orgullo más visceral que deportivo.
El segundo tiempo transucurrió exactamente por los mismos derroteros. Olivera pudo hacer el tercero a los cinco minutos de la reanudación, pero su disparo también lo repelió el palo. La alternativa del Levante para levantar la situación fue, primero, hacer debutar a Martín Cáceres para iniciar el segundo acto. Después, Melero en el centro del campo y Son en el carril diestro, donde Pubill no cuajó un buen partido. El encuentro se durmió muy pronto y eso no le vino bien al equipo de Alessio. De Frutos trató de romper la tranquilidad reinante en el Coliseum, pero su pase quedó demasiado atrás para Roger, que no pudo rematar. Sí que lo hizo Melero, de cabeza en un córner, pero apareció Soria.
El Getafe siguió como en brazos sobre el césped. Mayoral, de hecho, tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja, pero su tanto fue anulado por fuera de juego claro. Quique tuvo que mover el banquillo más de lo deseado por lesión de David Soria. El exportero del Sevilla se fastidió el hombro en un choque con Dani Gómez y el conjunto azulón disputó los últimos cinco minutos con el meta del filial. Anecdótico. Importó más la nueva pasividad defensiva para dejar a Aleñà redondear una goleada preocupante por incomparecencia. El Levante sigue a nueve puntos de la permanencia, que aunque no matemáticamente, se le pone cara de imposible. Pendientes del Mallorca.
Ficha técnica:
Getafe CF: Soria (Conde, m. 83), Suárez (Iglesias, m. 83), Djené, Mitrovic, Cuenca, Olivera (Óscar Rodríguez, m. 60), Maksimovic, Arambarri, Aleñà, Sandro (Mayoral, m. 45), Enes Unal (Jantko, m. 67)
Levante UD: Aitor Fernández, Pubill (Son, m. 54), Postigo, Duarte (Cáceres, m. 45), Vezo, Clerc, Pepelu (Melero, m. 54), Radoja (Malsa, m. 80), Bardhi (Dani Gómez, m 66), De Frutos, Roger
Goles: Enes Unal (1,-0, m. 1); Enes Unal (2-0, m. 29), Aleñà (3-0, m. 90+5)
Tarjetas: Duarte (m. 16), Roger (m. 57) por el Levante; Arambarri (m. 55), Mitrovic (m. 65), Suárez (m. 76) por el Getafe