VALÈNCIA. Otra final más a la basura. El Levante desaprovechó el enésimo billete al ascenso pagado por sus oponentes directos. Ni los pinchazos de Las Palmas, Eibar y Alavés deshicieron el brutal atasco que propuso el Ibiza, con éxito, en el Ciutat. Como si se jugaran una vida que no hubiesen perdido antes, los ibicencos echaron el candado, se tragaron la llave y los hombres de Javi Calleja ya no supieron abrir esa puerta. Un impetuoso arranque se fue apagando hasta que florecieron los nervios, la ansiedad y una angustia que desembocó en otra ocasión perdida para meter un mordisco definitivo a la tabla. El segundo puesto queda a dos puntos, pero solo seis por disputar y un desasosiego general que acabó con música de viento en el coliseo blaugrana.
Con un cuarto de hora de retraso por el problema de salud de un aficionado en la grada, el encuentro arrancó directamente con el guion esperado. El Levante hizo del campo contrario su base y por ahí llegó la primera triangulación que dejó a Soldado solo ante Germán. El ariete valenciano erró el mano a mano en clara posición de offside, pero el cuadro blaugrana ya había abierto boca. Poco después, Montiel, que se había sacado una asistencia mágica de la chistera en esa misma jugada, buscó la escuadra del meta ilicitano. El principio fue bueno, pero tuvieron que pasar veinte minutos para encontrar la siguiente oportunidad de gol: Marc Pubill remató un córner al primer palo y estuvo a punto de superar a un Germán que intentó rascar segundos al crono ya desde muy temprano. El arquero del Ibiza encendió al Ciutat, tenso en realidad porque los suyos no llegaban con la suficiente claridad.
A eso le quiso poner remedio Wesley cuando recogió un pase interior de Pepelu y bailó con Martín Pascual como si de un pívot de baloncesto se tratara. El carioca se deshizo en la pintura y en el reverso... se topó con Germán. Fue el último intento granota antes de marchar a vestuarios para refrescar ideas. Solo había existido un equipo sobre el tapete, pero el bloque bajo del Ibiza estaba surtiendo efecto: los de Lucas Alcaraz sufrieron, aunque sin dramas. La peor noticia para el Levante fue que el segundo acto transucrrió en la misma dirección. Las pérdidas constantes de tiempo del elenco ibicenco llegaron a desesperar al equipo de Calleja, que siguió acampando en territorio rival sin llegar a atosigar. El reloj corría, saludaba la ansiedad en Orriols y el Levante se mostraba demasiado horizontal.
La solución fue De Frutos. En su primera suplencia desde noviembre, el segoviano entró a banda cambiada pero a los diez minutos el técnico le dio toda la banda derecha una vez retiró a Pubill. El conjunto granota desmontó su tejido defensivo, entonces prácticamente solo con Pier y Postigo, y Pepelu en las vigilancias. El Ibiza justificó su partido por la resistencia de su retaguardia y no renunció a pescar en río revuelto una vez en el Ciutat afloraron las muestras de nerviosismo. No era para menos. El Levante acumuló demasiados minutos sin probar a Germán por mucho que el rival ya se hubiese incrustado definitivamente en área propia. El tiempo se agotó con mil centros laterales y poca reacción.
Solo Álex Muñoz acertó a rematar una segunda jugada tras rechace en un saque de esquina. Su posición de remate era clara, pero el cabeceo se marchó tan alto como los anteriores, demasiados minutos atrás. A la postre, oportunidad perdida, cabreo monumental en Orriols y otra vez a esperar regalos rivales que quién sabe si habrán terminado. La penúltima oportunidad, al garete. Y ya van...
Ficha técnica:
Levante UD: Femenías, Pubill (Musonda, m. 66), Postigo, Róber Pier, Álex Muñoz, Pepelu, Iborra, Montiel (Cantero, m. 73), Rober Ibáñez (De Frutos, m. 53), Soldado (Bouldini, m. 73), Wesley
UD Ibiza: Germán, Grima, Martín Pascual (Juab Ibiza, m. 85), Marcos Mauro, Grillo, Javi Vázquez (Escobar, m. 75), Isma Ruiz (Appin, m. 65), Serrano, Coke, Cristian Herrera, Ekain (Alarcón, m. 85)
Goles: -
Tarjetas: Isma Ruiz (m. 55), Fran Grima (m. 72), Germán (m. 77), Javi Serrano (m. 80), Martín Pascual (m. 83), Coke (m. 90+7) por el Ibiza;