VALÈNCIA. Jekyll y Hyde frente al ímpetu y la sencilla praxis. El Valencia fue lo primero. Fue Jekyll y Hyde. Pasó de un primer tiempo en el que mandó, fluyó notable y acabó descansando con ventaja, a un segundo en el que se fundió con una parte oscura e insustancial. Y el Espanyol fue lo segundo. Aguantó como pudo un primer acto con las locales mejores, pero aceleró, le puso ímpetu y ganas, y fue práctico en su juego en un segundo tiempo en el que fue mejor que las de Irene Ferreras, sin argumentario. Baudet logró el empate como respuesta al tanto de Mari Paz Vilas. Y apretó más el Espanyol, que rozó el segundo. Luego, cuando el conjunto blanquinegro quiso reaccionar se quedó sin tiempo. Y el asunto se resolvió con un empate a uno para dos equipos en complejísima situación clasificatoria.
El Valencia alcanzó el descanso sonriente. Hacía mucho que no lo lograba. Conjugó un más que aceptable primer tiempo. Más organizado y meridiano en su juego que en encuentros anteriores. En todo caso, se encontró con un también aceptable Espanyol, al que trató de sostener en el centro del campo Letti, comprometida y generosa en lo físico y táctico, y Alvarado. Pero esa zona del campo la ganó el equipo valencianista prácticamente desde el principio. La clave estuvo en dos jugadoras: Natalia Gaitán, que de sobra se conoce su perfil táctico, solidario y físico, jugó por delante de la línea defensiva 'sola', abrazando lo ancho del campo, mandando ahí, en esa posición tan importante en un equipo, sin tener que 'compartir' zona. Y Paula Guerrero desarrolló un excelente trabajo físico y táctico, moviéndose por delante de Gaitán, pero sabiendo ocupar la zona de la capitana cuando correspondió.
Así el Valencia no sufrió excesivos apuros durante ese consumirse el tiempo del primer acto. Pujadas estuvo bien concentrada en el eje defensivo. Calligaris, menos metida en el asunto que en otras ocasiones, al menos persiguió a la siempre peligrosa Eli del Estal hasta que la delantera espanyolista acabó alejándose del área de Pi. Los apuros, que las catalanas también generaron en el área local, los procuró Kenni. Lo dicho, el Valencia mandó en el centro y el balón lo trataron de filtrar bien con el control de Carol Férez o de forma más directa vía Coleman, veloz, centrada en lo que debía hacer, aunque quizás algo falta de precisión. Notable fue el trabajo de Mari Paz Vilas, que trabajó bien la zona saliendo del radio de acción de Torrodà o Inés y escarbando también entre líneas.
La gallega acabó por dar forma al gol con el que las valencianas se marcharon con ventaja al descanso: nació la acción, en el minuto 21, de un cambio de orientación de Carol, y de ahí se fue cocinando la ofensiva pasando el balón de nuevo de la derecha al espacio izquierdo. De allí llegó el centro que remató a la media vuelta Mari Paz para batir a Mimi. Contaron las locales con otra oportunidad clara ya en el 39: de un saque de esquina, que sobrevino tras un buen lanzamiento de Gaitán, llegó el balón a Paula Guerrero, que remachó en caída y el esférico besó el palo largo.
Se reanudó el juego tras el receso con un Espanyol impetuoso, que perdido en la última posición de la clasificación, con solo tres puntos cuando le segunda vuelta de la competición está en marcha, con las angustias y las urgencias apretando, y con un Valencia que le llevaba ventaja, no tenía otra opción que acelerar. Y Baudet probó pronto a Pi, que replicó con el pie. Y la respuesta local, que en efecto se vio bajo la presión catalana en el arranque del segundo acto, vio con un centro de Coleman se iba al larguero por arriba. Pero el Espanyol volvía a exigir a Pi, que voló para repeler un remache de Alvarado. Un Espanyol con sustancia, que apretaba las tuercas, y que sacó de una salida rápida la segunda amarilla para Beristain. El Valencia se quedó con una futbolista menos en el minuto 56. El Valencia debía replicar con vigor, pero se vio engullido en conjunto; apagón general. Pasada la hora de juego, Baudet, mal defendida, logró el empate con un remate interior.
Y de pronto se vio la actuación de los respectivos técnicos con sus cambios: Irene Ferreras, tras recibir el empate, daba la vez a dos defensas, quintando a Paula Guerrero y Coleman, que habían hecho un notable primera mitad. Jordi Ferrón, cuyo equipo acababa de igualar la historia, sacó del campo a una defensa, Débora, y metió a una atacante, Paula Moreno. El paso de los minutos mostraba un conjunto, el Espanyol, que quería más, y otro, el Valencia, que seguía, cuanto menos, apagado. Solo Pi sostenía al Valencia ante el rugido de un Espanyol mucho mejor en todos los aspectos del juego. En el Valencia se había consolidando la idea de que había pasado de Jekyll a Hyde. El Espanyol, por su parte, fue tan práctico como querer mucho más, apretando, acelerando, siendo sencillo y claro en lo que entendía que debía hacer. Y por ahí, Soldevila mandó un latigazo lejano al larguero. Cuando quiso reencontrarse el Valencia ya no tuvo tiempo, si bien generó alguna ocasión potable.
Ficha técnica:
Valencia CF: María Pi; Beristain, Calligaris, Pujadas, Beltrán; Natalia Gaitán; Paula Guerrero (Flores, m.65), Sandra Hernández (Cara Curtin, m.84); Carol Férez (Gio Carreras, m.70), Coleman (Van den Berg, m.65); y Mari Paz.
RCD Espanyol: Mimi; Débora (Paula Moreno, m.64), Torrodà, Inés, Soldevila; Letti, Alvarado, Baudet (Ayaka, 76) (Paloma, m.84), Brenda, Kenni (Julve, m.90+); y Eli del Estal.
Goles: 1-0, min.21: Mari Paz Vilas. 1-1, min.62: Baudet.
Árbitra: Zulema González González (Comité gallego). Expulsó a la local Beristain por doble amonestación (36 y 56). Amarilla a Carol Férez por el Valencia, y a Ayaka, Alvarado por el Espanyol.
Incidencias: Estadio Antonio Puchades. Jornada 17 de la Primera Iberdrola RFEF de fútbol.