ALICANTE. El Hércules se empeña en pegarse tiros en el pie, incluso cuando ya no le quedan dedos que mutilar.
La enésima final también acabó mal: el equipo de Ángel Rodríguez tenía que ganar este domingo al Manresa, pero no pasó del empate. Con 1-1 finalizaba un duelo que supuestamente iba a catapultar a los blanquiazules hacia el estrellato (y más allá) porque ya saben que todo es perfecto en Foguerer Romeu Zarandieta. Nadie discute al técnico, menos a los jugadores y Enrique Ortiz está a dos tardes de saltar al terreno de juego a hombros de los aficionados, como si de la talla del Jesús del Gran Poder se tratara.
Sí, el Hércules se vio lastrado sobremanera por dos expulsiones (la primera dudosa, la segunda muy clara), pero cuando no jugaba en inferioridad (prácticamente todo el primer acto) se mostró como ese equipo plano de los nueve encuentros anteriores, que rara vez ataca bien y por regla general defiende mal (la segunda roja es un buen ejemplo de esto último), sin chispa y por momentos indolente, por mucho que quienes manejan ahora la máquina de humo se esfuercen en convencer al entorno de lo contrario.
No era un partido más, pero terminó siéndolo
No era un partido más para Ángel Rodríguez y buena prueba de ello fue el sistema y once que eligió para encararlo: el preparador leonés aligeró el eje de la defensa (pasó a jugar con solo dos centrales) y podó de futbolistas de corte defensivo el centro del campo (optó por solo un pivote físico), arrancando el Hércules el choque con un 1-4-3-3 en el que Riera y Truyols eran los centrales, 'Maxi' Ribero, 'Míchel' Herrero y Sergio Marcos ocupaban la zona ancha y 'Alvarito', Jack Harper y 'Nico' Espinosa integraban el tridente ofensivo.
Seguro que no fue consecuencia de lo anterior, pero la puesta en escena protagonizada por blanquiazules fue hasta buena y no solo porque demostrasen pegada al lograr adelantarse en el marcador en prácticamente su primera llegada al área contraria, también porque hicieron gala de querer llevar el peso del juego (que para eso jugaban en el Rico Pérez), pero demostrando ser muy conscientes de que lo anterior nada tiene que ver con el trampantojo de encadenar pases horizontales en campo propio. Por un momento, el Hércules de Ángel Rodríguez pareció ser este domingo un equipo práctico (vertical en la jerga 'panenkita') que se adapta y hace de la necesidad (la falta de puntos) virtud, ágil de cuerpo y de mente y que no busca madurar los partidos y sí ganarlos desde el minuto 1, algo que con el leonés en el banquillo había podido verse en algún momento de las citas con El Prat, el Espanyol B y pare usted de contar. Sin duda el regreso al once de 'Nico' Espinosa tuvo mucho que ver en ello: de sus botas nació la jugada que puso por delante al Hércules a los 7 minutos, una progresión por el costado derecho en la que el extremo alicantino llegaba a centrar hasta dos veces, consiguiendo en la segunda conectar con 'Alvarito' y este a su vez (balón mediante) con las mallas de la portería defendida por Pulido.
Lesión de 'Nico', penalti y expulsión
El problema es que esto es el Hércules y cuando no te pilla el plan de saneamiento de turno fuera de LaLiga lo hace la Policía hablando por teléfono de lo que has hecho (que no es otra cosa que lo que hacen todos, pero es a ti al que le escuchan decirlo). Lo anterior, adaptado a estos días de fútbol en el barro, se traduce en que a media hora para que arranque un partido te quedes en tu estadio sin fluido eléctrico por espacio de 10 minutos, que con el balón rodando los aspersores se pongan a funcionar o que ese futbolista que tanto has echado de menos por lesión, que te acaba de dar medio gol, tenga a continuación que ser sustituido por una recaída.
Ya sin 'Nico' en el campo (abandonó el terreno de juego entre lágrimas), el Hércules se fue haciendo pequeño al mismo ritmo que crecía el Manresa, un equipo ordenado y con un plan de partido claro, que llegaba a Alicante para jugar su primer encuentro oficial contra los blanquiazules en toda su historia, pero aventajándolos en la tabla nada menos que en 6 puntos. El conjunto entrenado por Ferran Costa aprovechó la apatía del Hércules para hacerse con el esférico y lograr que el choque se disputara más cerca de la meta de Carlos Abad que de la suya. Fruto de lo anterior, exactamente en el minuto 42, 'Maxi' Ribero y Noah Baffoe se enzarzaban en el área con tan mala suerte (para los blanquiazules) que el árbitro maño David Ruiz Esquinas no vio la falta del futbolista ghanés y sí la del argentino, señalando el punto de penalti y mostrándole la roja directa al primero (por juego violento). El veterano Marc Martínez no desperdició la ocasión y gracias a una soberbia ejecución de la pena máxima restableció las tablas en el videomarcador del Rico Pérez, haciendo así justicia a lo poco que se había visto sobre el verde.
Restaban todavía otros 45 minutos por jugarse, pero los esforzados aficionados que respondieron a la llamada del fútbol (del Hércules) y se dieron cita en el otrora coliseo blanquiazul tampoco vieron mucho más: a los 6 minutos de la reanudación, 'Putxi' hizo temblar la portería de Carlos Abad con un zapatazo desde la frontal que afortunadamente para los suyos repelió el travesaño... y ahí murió la nómina de ocasiones de unos y otros.
Segunda roja
Poco antes de la hora de juego, Ángel Rodríguez, que había optado por no tocar nada aprovechando el descanso, dio entrada a César Moreno por un (otra vez) gris Sergio Marcos, algo que contribuyó a que los suyos tuvieran más el balón (la forma de defender más elogiable) y por algún segundo pareciera que podían incluso aspirar a la victoria, pero todo se fue al traste en el minuto 69 con la expulsión de Truyols.
A diferencia de la roja a 'Maxi', esta no admitió discusión (aunque tras el choque el central buscó al trencilla zaragozano para intercambiar opiniones): el futbolista del Hércules derribó al visitante a Jaume Pascual de manera grosera, a la altura de la entrada del túnel de vestuarios, sobre la línea divisoria del terreno de juego, cortando con ello una contra (que estaba muy por ver que fuera prometedora), pero dejando a los suyos con dos hombres menos sobre el verde.
Restaban unos 20 minutos para el 90 y Ángel Rodríguez volvió a mover el banquillo, esta vez para refrescar todas las líneas con la entrada de Leiva, Villacañas y Vitoria por Raúl Ruiz (quien jugaba de interior desde que Eimil había sustituido a 'Nico'), 'Alvarito' y Harper, respectivamente, cambios que el tendido no entendió del todo (concretamente hubo pitos para la decisión de sentar al autor del gol blanquiazul) y con los que el preparador leonés buscaba conservar el botín más que ampliarlo, algo por otro lado lógico teniendo en cuenta que jugaba con 8 futbolistas de campo.
Ahora bien, el que sí sorprendió fue el Manresa toda vez que, pese a disfrutar de una importante ventaja numérica y de minutos por delante para aprovecharla, pareció conformarse con el empate y salvo con disparos desde la media distancia y desviados de Pascual y Sureda, apenas miró a la meta de Carlos Abad.
Ficha técnica
1 - Hércules CF: Carlos Abad, Roger Riera, Felipe Chacartegui, 'Maxi' Ribero, 'Alvarito' (Villacañas, min. 78), Raúl Ruiz (Ander Vitoria, min. 78), Jack Harper (Dylan, min. 78), 'Nico' Espinosa (Eimil, min.10), Truyols, Sergio Marcos (César Moreno, min. 56) y 'Michel' Herrero.
1 - CE Manresa: Pulido, 'Putxi', Djitte, Álex Sánchez (Sureda, min. 76), Noah Baffoe, Joel Priego, Jaume Pascual, Marc Martínez, Javi López (Àlex Iglesias, min. 86) y Pelegrín (Adrià Casanova, min. 86).
Goles: 1-0, min. 7: 'Alvarito'; 1-1, min. 45: Marc Martínez (penalti).
Arbitraje: el mañoDavid Ruiz Esquinasmostró amarillas a Felipe Chacartegui, 'Míchel' y Dylan Leiva por el Hércules y a 'Putxi' y Pelegrín por el Manresa. Además amonestó con rojas a 'Maxi' Ribero y Truyols, ambos jugadores del Hércules.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 10 en el grupo 3 de Segunda Federación, disputado en el estadio Rico Pérez de Alicante ante unos 3.200 espectadores.
