VALÈNCIA. Este lunes se cumple un año del despido fulminante por parte del propietario del Elche, Christian Bragarnik, del entrenador Fran Escribá, abriendo un periodo de inestabilidad en el banquillo del club, por el que han pasado cuatro técnicos y dos preparadores interinos en 12 meses.
Desde entonces, además de Escribá, han pasado por el club Francisco Rodríguez, el argentino Jorge Almirón, los técnicos de la casa Alberto Gallego y Sergio Mantecón y ahora toma posesión del cargo Pablo Machín, uno de los candidatos a dirigir al equipo precisamente tras la destitución de Escribá.
Escribá, ídolo de la afición ilicitana y uno de los mejores entrenadores de la historia de la entidad tras lograr un ascenso a Primera como campeón y tres permanencias en la máxima categoría, fue destituido tras caer 0-3 ante el Betis y con el equipo en zona de descenso.
Bragarnik despachó al valenciano tras el partido, por lo que fue él mismo el que anunció a los medios de comunicación su salida del club en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El valenciano se marchó dolido con el propietario del club, que se dio un plazo de dos semanas para encontrar un nuevo entrenador.
Tras romperse un acuerdo con Machín que parecía cerrado, el secretario técnico, Sergio Mantecón, fue el encargado de dirigir un partido al Elche en Pamplona como preludio a la llegada de Francisco Rodríguez.
El técnico almeriense, que firmó solo por media temporada, se convirtió en el revulsivo que necesitaba el equipo para salir de la cola y lograr una plácida permanencia, batiendo el récord de puntos del Elche en Primera.
La sintonía entre el empresario argentino y Francisco parecía total y antes de que finalizara la Liga las dos partes prolongaron su relación contractual.
Bragarnik vio en Francisco el entrenador ideal para hacer crecer el proyecto deportivo, pero una pretemporada extraña, marcada por las lesiones y la demora en la incorporación de los refuerzos, y un inicio de campeonato desolador, con un punto de 21 posibles, rompió el idilio.
Tras un paso efímero de Alberto Gallego, entrenador del Ilicitano, equipo filial, por el banquillo, el Elche, contra todo pronóstico, rescató a Jorge Almirón, el entrenador destituido dos años antes tras una mala dinámica de 16 partidos seguidos sin ganar.
El argentino permaneció cinco jornadas en el banquillo en las que el equipo apenas mejoró. Almirón se marchó por iniciativa propia con un balance de dos empates y tres derrotas, estirando su racha hasta los 21 partidos consecutivos de Liga sin ganar entre ambas etapas.
Mantecón regresó al banquillo para un partido de Liga y otro de Copa a la espera de que Bragarnik cerrara la llegada de un nuevo entrenador, que finalmente será Pablo Machín, quien cierra de esta forma un círculo del que ya pudo formar parte hace un año.