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el levante tiene otras prioridades en el mercado con la renovación de postigo en el horizonte

Cuestión central: ¿Otro verano sin apuntalar la zaga?

31/05/2021 - 

VALÈNCIA. La planificación deportiva del Levante para el curso próximo se mueve desde que la secretaría técnica renovara su cargo, pero el rompecabezas se intensifica desde la semana pasada en busca de unir las piezas que comiencen a dar forma a la temporada que viene. La gran incógnita se abre en las salidas obligatorias que cuadren el Fair Play Financiero -condición sine qua non para empezar a pensar en el grueso de las incorporaciones- pero la dirección deportiva también traza un plan para cuando esas ventas potentes se puedan concretar

Hay prioridades. Mejorar el ataque -para eso tendrá que salir un delantero que tiene nombres y apellidos, Sergio León- es una de ellas, mientras que otra tratará de tapar el agujero que deje Toño en el carril izquierdo, donde solo residirá Carlos Clerc, un tapado a la hora de ingresar un buen pellizco este verano. En la línea de centrales, los trabajos se centran ahora mismo en dar continuidad a lo que hay. Óscar Duarte consiguió alcanzar los hitos necesarios para automatizar su renovación una temporada más, mientras que Postigo, que no logró completar sus méritos para ese propósito, está en la agenda de ampliaciones próximas. 

Restan en nómina Rubén Vezo -el central con más salida de mercado pese a que ha terminado por perder su condición de primera espada en retaguardia esta campaña- y Róber Pier. De momento, con ese cartel de centrales se queda el Levante porque apuntalar la zaga no está en la parte alta de la libreta. No es, en principio, una prioridad en el capítulo de altas siempre y cuando la renovación de Postigo se cierre. Para ello, como con casi todo este mercado estival en Orriols, tendrá que haber salidas. Lo que no quiere decir que no puedan hacer maletas los centrales del cuadro de Paco López. 

Precisamente la zaga fue una línea que no se reforzó la pasada temporada aún con la baja de Bruno González, que tuvo sus minutos de gloria en la etapa pre-coronavirus de hace dos cursos. Fue una parte del campo con mucho reclamo y debate a la hora de firmar futbolistas hace un año. Tanto es así que el propio entrenador ya despejó balones en comparecencias públicas durante los últimos coletazos de la ventana de fichajes entre septiembre y octubre. También lo hicieron David Navarro y Manolo Salvador. La confianza en los centrales en nómina era máxima, al menos de puertas hacia fuera, y no llegó nadie en esa parcela. 

A la postre, la campaña 20/21 del Levante ha dictado sentencia. El equipo mejoró atrás en determinadas fases del año, sobre todo en la mitad de curso en la que la ilusión inundó a la parroquia granota, pero los problemas endémicos han persistido. Los peligros de la pelota parada, errores de bulto que han costado goles y puntos, salidas de balón no aptas para cardíacos... El debate en la zaga no ha cesado durante la temporada y la pregunta sobre si un mayor nivel de los centrales hubiese hecho cantar otro gallo en el Ciutat ha pesado en muchos partidos. La patata caliente del mercado, pese a que todavía no parece ser prioridad, vuelve a cocerse en la defensa.

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