Cutrone, tras la estela de Zaza
6/02/2021 -
VALÈNCIA. Nada más confirmarse el nombre de Patrick Cutrone como refuerzo para el Valencia CF no tardaron en surgir las comparaciones con su antecesor en el puesto, Simone Zaza. Ambos vienen de un periplo infructuoso en la Premier y deseando encontrar su mejor versión.
Sin embargo, hay además de una importante diferencia entre las condiciones de Zaza y Cutrone (Simone firmó cesión por media temporada para ser comprado al verano siguiente y Cutrone viene prestado hasta el 30 de junio), no son estos los únicos delanteros italianos que han vestido la camiseta del murciélago en el pecho. Cutrone será el sexto delantero azzurro que vestirá la camiseta del club de Mestalla.
Antes hubo de todo. Para no engañarnos, más sombras que luces, pero todos vistieron en mayor o menor medida la camiseta blanquinegra, y este es el resumen de su paso por Mestalla.
El primer "bomber" transalpino que pisó Mestalla enfundado con la elástica valencianista fue Cristiano Lucarelli. Llegó en la temporada 98/99 procedente del Atalanta (dónde hizo 6 goles en 30 partidos) en plena reconstrucción del Valencia CF a cargo de Claudio Ranieri. Comenzó disfrutando de minutos, pero acabó completamente desaparecido. Un clásico "9" de área, que que jugó un total de 19 partidos oficiales y sólo anotó 3 goles (3 goles más en encuentros amistosos). El 10 de enero de 1999 fue la última vez que sumó partidos para el Valencia en un empate a dos ante el Oviedo en tierras asturianas en el que entró en la segunda parte para disputarla completa supliendo a Djukic. Su falta de adaptación a España y su rodilla le acabaron condenando al ostracismo hasta tal punto que ese año el Valencia CF consiguió la Copa de La Cartuja, pero nadie le recuerda como integrante de aquel brillante conjunto. Se marchó al Lecce a la temporada siguiente, en la cual hizo 17 goles en 33 partidos. A partir de ahí, labró una sólida carrera en su país.
Nos trasladamos hasta la temporada 2004/05, el Valencia CF es el mejor equipo del mundo en esos momentos, pero su "alma mater" Rafa Benítez, ha decidido no seguir en Mestalla. Para continuar en la élite, el entonces consejero delegado acude a un viejo conocido para el banquillo, Claudio Ranieri. De su mano llegarán dos puntas más procedentes de la Serie A.
El primero de ellos -cronológicamente, ya que llega el 1 de julio- es Bernardo Corradi. Delantero internacional (disputó el mundial de Japón y Corea con su selección) que llega como parte de un trueque tras el impago de la Lazio de Cragnotti a los 50 millones de euros que debía pagarle al Valencia CF por la compra de Gaizka Mendieta en verano del 2001. Corradi era el clásico "9" de área, espigado, alto (casi 1´90) y siempre esperando la pelota dentro del área. Su paso por Mestalla no se puede decir que fuera brillante (tampoco el de su "colega" de trueque Stéfano Fiore, quien demostró su tremenda clase con cuentagotas) aunque viniera de hacer 20 goles en 56 partidos (2 temporadas). A sus 28 años, Corradi disputó sólo 21 partidos en el Valencia CF en una decepcionante temporada post-doblete (en la cual Ranieri fue despedido y sustituído por Antonio López). Marco sólo 3 goles siendo su momento estelar uno tanto de tacón en Bruselas frente al Anderlecht en la Champions. Acabó por no rascar ni bola y salió en la temporada siguiente hacia el Parma donde hizo 10 goles en 36 partidos.
Tan sólo 20 días después, el nuevo máximo accionista del Valencia CF, Juan Soler, cede a la petición insistente de su entrenador y desembolsa 11 millones de euros -una cantidad importante para la época- para traeerse de la Juventus a Marco Di Vaio. También internacional y que aterrizaba en Mestalla con un contrato por cinco temporadas. Llegó a la capital del Turia con 28 años y tras marcar 17 goles en 44 partidos jugados con la "Vecchia Signora". En Valencia comenzó muy bien al marcar 5 goles en otros tantos encuentros (1 ante el Athletic en San Mamés, 2 ante la Real Sociedad en Mestalla, otro frente al Depor -de bella factura- en Riazor y otro ante el Betis en Sevilla). Pero poco después llegó la debacle de Bremen y la caída en picado junto con el resto del equipo. Aún así, resurgió en la segunda vuelta para hacer 6 goles más, incluido un doblete ante el Málaga. Pero justo después de ese partido, el Valencia CF jugó en Mallorca y al ser sustituido por Antonio López tuvieron un agrio cara a cara en los vestuarios que acabó por borrar a Di Vaio de los onces iniciales. Era un delantero fuerte, rápido, que atacaba bien los espacios, y que probablemente en otra tesitura hubiera encajado como anillo al dedo en ese equipo. Aún así firmo 14 goles en 39 partidos. Comenzó la temporada siguiente (2005/06) en el Valencia CF pero contaba muy poco para un Quique Sánchez Flores al que ese verano le trajeron a Villa y a Kluivert para reforzar el ataque. Acabó saliendo al Mónaco en el que en temporada y media tampoco tuvo grandes registros: 8 goles en 35 partidos.
En la 2006/07 y en plena guerra fría entre Quique Sánchez Flores como entrenador y Amedeo Carboni como secretario técnico, el italiano se marcha hasta su país para firmar a Francesco "Ciccio" Tavano. El delantero venía de hacer una gran campaña con el Empoli tras firmar 19 goles en 37 encuentros. Llegó a Mestalla con 27 años, pero su paso por Valencia fue un auténtico fracaso. Quique no confiaba para nada con él (dicen las malas lenguas que era parte del pulso con Carboni) y el jugador sólo disputó 44 minutos repartidos en 3 encuentros con la elástica del equipo valencianista. En enero salió cedido a la Roma con la que consiguió 2 goles (ninguno en Valencia) en 14 encuentros.
Y para acabar, nos dejamos al primer mencionado en este reportaje, al más carismático y el que más caló en el corazón del aficionado blanquinegro: Simone Zaza. Corría la temporada 16/17 y al italiano Césare Prandelli Meriton le había prometido hasta cuatro fichajes. Finalmente sólo llegó uno, Simone Zaza y además estuvo a punto de no hacerse porque en la crisis abierta entre Prandelli y Meriton, tanto el entrenador -que había insistido en el futbolista- como Suso García Pitarch el secretario técnico que inició la negociación con la Juventus -propietaria del delantero- y el West Ham -equipo en el que militaba-saltaron por los aires. Pero finalmente Zaza llegaba a Valencia deseoso de re encontrar su mejor versión. Pese al mal año del equipo, no tardaron en llegar los goles (se estrenó en en su quinto partido ante el Athletic de Bilbao), e incluso hizo alguno importante y de bella factura -como el que abría el marcador ante el Real Madrid en la victoria 2-1 en Mestalla-. Ese año hizo un total de seis goles. Sobrevivió a la limpieza de plantilla que Mateu Alemany y Marcelino llevaron a cabo ese verano y su rendimiento fue notable en la siguiente campaña, la 17/18. Hizo 13 goles en 33 partidos y ayudó al equipo a conseguir la cuarta plaza y llegar hasta las semifinales de Copa del Rey. Zaza conquistó el corazón de la afición valencianista a base de garra, y lucha, y por haber llegado a Mestalla en una época en la que pocos querían salir al rescate de aquel equipo -algo muy similar a la temporada actual- y sobre todo porque se sintió identificado con el valencianismo desde el minuto uno, al igual que el valencianismo con él. Sin embargo no encajaba bien la pérdida del rol como titular y Marcelino no estaba dispuesto a tolerar a nadie que se le saliese del guión. Así que la temporada 18/19 Simone salió cedido -con compra aplazada- al Torino. Marcó ante el Deportivo en su último partido vistiendo la camiseta del Valencia CF y Mestalla -sabedora de su futuro adiós-le tributó una ovación plena de cariño. Desde Torino sigue mostrando de cuando en cuando en redes sociales su amor por Valencia y por el Valencia CF.
Quizá por haber similitudes en la historia de la llegada de Zaza y Cutrone, el valencianista espera que ambas historias se sigan asemejando. Si así es, será una buena noticia para el equipo.
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