De caras y cruces

VALÈNCIA. La moneda al aire en que se ha convertido la enfermería del Levante infunde una mezcla de temor y expectativas encontradas de cara al encuentro de este viernes en La Rosaleda. El cuadro de Javi Calleja ha de salir en Málaga de un bache que ya no solo es de resultados sino también en lo anímico, entre otras cuestiones por la pérdida del jugador más en forma de la plantilla y uno de los sostenes de la ambición del ascenso. Sin Pablo Martínez, ya operado y sumergido en su largo proceso de recuperación, el cuerpo técnico tiene ante sí la nueva tarea de limpiar la mente de su vestuario. Y para ello, dos noticias positivas que caen como diminutas gotas en un mar de contratiempos: el regreso de dos veteranos como Postigo y Soldado. 

Ambos regresaron esta semana con el grupo. El zaguero, tras superar el esguince de rodilla que le ha apartado durante las dos últimas semanas, y el delantero teóricamente recuperado de las molestias musculares que, sin parte médico oficial por parte del club, le han hecho desaparecer un mes de la competición. El valenciano lleva, entre los cuatro encuentros de baja y los dos como suplente, mes y medio sin jugar, seis citas consecutivas. Podría ser, en cualquier caso, un arma más en la incompleta tarea del gol según apuntan diversas fuentes de la entidad de Orriols.

El central vuelve como agua de mayo. La lesión de Vezo y la lenta recuperación de Mustafi, que ya sobrepasa los tres meses previstos inicialmente para su recuperación, hacen que Postigo sea importante, al menos para el fondo de armario en Málaga. En ese doble fondo donde ha estado esperando estas dos últimas semanas un Carlos Giménez que, pese a haber sido el segundo central disponible en el choque frente al Lugo, no ha contado con la confianza de Calleja para la exigencia del momento clave que vive el Levante de cara al ascenso.

Postigo está, eso sí, apercibido de sanción. El capitán acumula cuatro cartulinas amarillas, igual que Saracchi, que ya llegó con esa condición a la pasada cita ante el Albacete. Si el uruguayo ve cartulina amarilla en la Costa del Sol, no podrá estar en Santander. Y en ese caso solo quedará una opción para el carril izquierdo de la defensa granota: Álex Muñoz. El alicantino dejaría entonces un hueco en el eje y ese efecto dominó bañaría en oro la bala de Postigo, que reeditaría entonces dupla con Róber Pier siempre y cuando no comparta jornada de sanción con el propio Saracchi. Es decir, si las lesiones no están azotando suficientemente al equipo de Calleja, ahora también la coincidencia de ciclos obliga al cuerpo técnico a darle vueltas al movimiento de piezas. 

Y en medio de esa humareda, también De Frutos aparece como apercibido de excepción. De ver otra cartulina, el extremo habría de perderse el siguiente encuentro y eso sí que hará estragos, llegue cuando llegue, en el ataque blaugrana. Suerte que el segoviano no es asíduo al tarjetero: vio cartulina el domingo, pero no era amonestado desde noviembre, precisamente desde la visita al Belmonte. El listado de apercibidos del Levante lo completa un Campaña que también mentiene en vilo al cuerpo técnico. 

Pendientes de Campaña... en Santander

Cumplido el mes de recuperación previsto para Campaña tras salir tocado del recto femoral izquierdo el sábado 11 de febrero ante el Andorra. Sin embargo, el sevillano todavía no se ha reincorporado al grupo y se le espera, en principio y si no hay trastoques añadidos, para el enfrentamiento ante el Racing de Santander.