Defender como Gattuso panza arriba

VALÈNCIA. Reconozco que poner ese titular era jugoso, tanto por el juego de palabras como por la imagen de ver a Gattuso tirado en el suelo defendiendo a tope y de la manera que puede. Pero la imagen, por cómica o extraña que pueda parecer, no se aleja mucho de la fragilidad defensiva que tiene el Valencia CF en lo que llevamos de pretemporada.

Vale que las pretemporadas son eso, pretemporadas. Y que nos hemos hartado de ver equipos que volaban en verano y se hundieron en invierno -y viceversa-. Pero sí que es cierto que podemos extraer conclusiones y valorar lo que estamos viendo hasta la fecha. Un equipo que lo intenta, que quiere pero que, de momento, aún no puede.

El Valencia CF es un equipo que ha ido de más a menos esta primera parte de la pretemporada. Siendo el mejor partido el primero que jugó ante el Borussia de Dortmund, el cansancio hizo mella contra el Stuttgart en un conjunto que ha tenido que cambiar de estilo de la noche a la mañana con la dificultad que ello conlleva sin apenas cambiar piezas. Gattuso plantea un equipo con juego asociativo y combinativo desde la línea de centrales. Con salida de balón ordenada y transiciones efectivas de cara a gol. Todo esto suena muy bien así escrito, pero ponerlo en marcha no es tan fácil.

Y no es fácil porque para vestir a un santo desvistes a otro: la defensa. El gran damnificado del sistema de Gattuso es, sin lugar a dudas, el aparato defensivo. Si bien es cierto que en el primer partido cumplió mejor de lo esperado –aunque con graves errores también-, la realidad es que el equipo intenta jugar a fútbol – por llamarlo de alguna manera-. Un sistema que le hace cometer errores tan garrafales en la salida de balón o en la disposición de las marcas que comprometen al conjunto valencianista.

La necesidad de firmar un 6 que otorgue equilibrio al centro del campo se hace extrema. Aquí siempre se ha valorado y valora la figura de un Guillamón que el año pasado cumplió ante la necesidad, pero necesitamos más. Más músculo, más despliegue, más equilibrio.

Además, la necesidad de un central es cada vez más evidente, pese a lo que deslizaba el club desde Suiza. La pareja Foulquier-Paulista y Diakhaby-Comert no estuvieron a la altura en el último encuentro y solo remarcaron más aún las carencias que tiene el equipo en la línea de centrales. Ante un equipo que presionaba en bloque alto y que físicamente iba más, la zaga sufrió muchísimo: imprecisiones, errores de marcaje, fallos en la salida de balón y malas decisiones.

Afortunadamente el VCF está a tiempo de todo. De firmar un hombre –al menos- por línea y así poder estabilizar un bloque necesario para la filosofía de Gennaro Gattuso. De intentar seguir construyendo esta identidad en base a esfuerzo, trabajo y algo de seguridad. Pero, para todo ello, hacen falta fichajes y, sobre todo, no debilitar al grupo. Salidas sí, pero controladas así como con capacidad de mejora en el recambio. Pero si no atajas la sangría atrás, difícilmente puedas aspirar a nada absolutamente. Tal y como pasó el año pasado.

Con ello… ¿Qué nota le ponéis de momento a la pretemporada? Yo un 6,4. Un 6 como lo que le falta al Valencia CF desde la campaña pasada y un 4 que debería llegar de manera inminente antes del inicio de la competición oficial. Porque hay que ser más serios atrás, más agresivos y contundentes. De momento, con Gattuso defendiendo panza arriba, hacemos bien poco de cara a La Liga más allá de la extraña imagen que a todos nos viene a la mente.

¡Que tengáis un buen verano, nos leemos a la vuelta!