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DESDE MIGUEL ÁNGEL BOSSIO, NINGUNO DE LOS ocho CHARRÚAS QUE HA JUGADO EN MESTALLA HA TRIUNFADO

Se busca bandera charrúa

14/09/2022 - 

VALÈNCIA. Con la llegada en verano de 2019 de Maxi Gómez se activó la esperanza de encontrar por fin un uruguayo que recogiera la estela dejada por Miguel Ángel Bossio. Es más, las cifras registradas por Maxi en Vigo (30 goles en dos campañas) invitaban al optimismo a la hora de prever un delantero que cogiera el testigo que en épocas pasadas dejaron sus compatriotas Fernando Morera, Héctor Núñez o Wilmar Cabrera.

Al final Maxi pasó por Valencia con toda la pena y sin ninguna gloria. Probablemente arrastrado por la deriva del equipo en las tres últimas campañas su números fueron paupérrimos. Veintiún goles en 3 temporadas (9, 7 y 5 respectivamente) y enfrentamientos internos con diferentes entrenadores (Celades, Gracia y Bordalás). Ni siquiera su mejor tarde fue completa; el 25 de enero de 2020 el Valencia CF venció por 2-0 al FC Barcelona en Mestalla. Pese a marcar Maxi los dos goles, el colegiado sólo le anotó uno ya que el otro se lo dieron a Jordi Alba en propia puerta, y además el delantero charrúa vio como con 0-0 Ter Stegen le paraba un penalti que podría haber servido para mejorar sus estadísticas.

En esa misma dinámica de expectativas no cumplidas nos encontramos a más compatriotas suyos. Viajando hasta la temporada 1997-1998 Valdano se enamora del Balón de Oro del Mundial sub20, Nico Olivera. Un gafe que ha perdurado en los seis siguientes fichajes uruguayos del Valencia CF: Diego Alonso, Gonzalo De los Santos, Fabián Canobbio, Mario Regueiro Fabián Estoyanoff e Ignacio González no terminaron de asentarse en el club de Mestalla. El reto por tanto para Edinson Cavani es mayúsculo. 

Volviendo a Nico Olivera, fue una de las operaciones que marcó el inicio del final de Paco Roig en la presidencia. Fue un movimiento ambicioso del expresidente que no salió como se esperaba. El Valencia pagó 700 millones de las antiguas pesetas por un jugador que nunca se hizo un sitio y acabó jugando en varios clubes de España como Sevilla, Córdoba y Valladolid. En Valencia fue más conocida su afición a la música reggae y a Bob Marley que por su fútbol. 

En segundo lugar, en la campaña 1999-2000 el uruguayo que llegó, para liderar el ataque fue Diego 'El Tornado' Alonso. Tras brillar en Argentina, el Valencia desembolsó más de 1.500 millones de pesetas y al año siguiente se fue cedido al Atlético de Madrid. Al igual que Olivera, acabó saltando por equipos en España y también jugó en el Racing de Santander, Málaga y Real Murcia. 

El segundo fichaje uruguayo más caro de la historia del Valencia tras Maxi Gómez. Más de 2.000 millones de pesetas que nunca se justificaron sobre el césped. Dos temporadas discretas que le llevaron a irse cedido al Atlético de Madrid. Ya en su presentación hubo cierta polémica por ser un fichaje muy personalista que dividió al Consejo. El entonces vicepresidente, Jaime Molina, que intervino en la presentación de hoy seleccionador celeste respondió -no sin cierta sorna- a pregunta de qué se podía esperar del futbolista que "Con Diego Alonso, nos vamos a divertir".

El primer fichaje caro por detrás de Maxi fue el de Gonzalo de los Santos. El "uru" llegó procedente del Málaga al Valencia CF por un dineral: 2.500 millones de pesetas (15 millones de euros) en la temporada 2001/02. Fue una petición expresa de Rafa Benítez que sin embargo nunca encontró su sitio en el conjunto de Mestalla. En el mismo año de su llegada un joven y emergente David Albelda acaba convenciendo al entrenador madrileño y jugó 32 partidos por los 13 de De los Santos. Posteriormente completo sendas cesiones a Atlético de Madrid y Mallorca para acabar saliendo libre al Hércules.

En la temporada 2003-2004, el Valencia sorprendió con la incorporación de Fabián Canobbio. Vino para ser el sustituto del Kily, pero su paso por Valencia fue más recordado por la frase de Benítez que por su juego: "Pido una mesa y me traen una lámpara". Al igual que el resto de uruguayos anteriores, acabó jugando en otros clubes de la liga como Celta de Vigo y Real Valladolid. 

El siguiente 'fiasco' fue Mario Regueiro. Estaba adaptado a la Liga, jugó muchos años en el Racing de Santander y se apreció como un fichaje bueno calidad-precio, puesto que llegaba con la carta de libertad. Quique apenas le dio minutos y se fue al Real Murcia. 

La siguiente apuesta traída de Uruguay fue a cargo de Javier Subirats con Fabián Estoyanoff, procedente del Club Atlético Fenix. Subirats le definió como "una de las promesas con más proyección del fútbol uruguayo y pasa a ser una apuesta de futuro del Valencia". No fue así. Estuvo cedido en el Cádiz y luego en el Deportivo sin llegar a debutar nunca con el Valencia.  

La última 'pincelada' la dio Nacho González, que tampoco llegó a jugar ningún minuto con el Valencia CF en competición oficial. Tuvo muchos problemas con las lesiones y tampoco disfrutó de regularidad en ninguna de las cesiones que tuvo. Abandonó el club tras tres campañas. 

En definitiva, Edinson Cavani llega a Valencia con el objetivo de convertirse en la bandera de un equipo muy joven y necesitado de goles. De su éxito dependerá acabar con los 'fantasmas' que han rodeado a sus últimos compatriotas en Mestalla. 

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