Hoy es 8 de octubre
VALÈNCIA. Primera: "Nos queda casi toda la segunda vuelta y es una delicia ver competir a esta plantilla".
Segunda: "Tenemos limitaciones económicas, pero tenemos una plantilla que después de un ajuste importante está compitiendo de maravilla y es una delicia verla competir cada semana".
Dos veces utilizó este adjetivo Miguel Ángel Corona para ensalzar la temporada del Valencia CF, que está superando las expectativas marcadas a principio de curso. La labor de Baraja y los chavales es incontestable. Tener el objetivo casi cumplido a estas alturas es una meta que nadie imaginaba.
Más allá de que el término quizá es un poco excesivo, la pregunta que debería hacerse Miguel Ángel Corona sería: ¿Es una delicia ver trabajar a esta dirección deportiva cada mercado? Evidentemente que todo en el Valencia, absolutamente todo es divino de la muerte y que siempre es culpa del que está enfrente. Hemos vivido múltiples excusas desde racismo, covid o fair play y ahora la sostenibilidad.
¿Es una delicia ver trabajar a la dirección deportiva del Valencia CF? Recapitulemos desde el pasado 30 de junio: Compras a Cenk por cinco millones y te hipotecas todo el mercado hasta el punto de llegar al tramo final sin poder firmar a nadie. El fichaje de Pepelu sí que es una delicia, Miguel Ángel. Después de agotar a todo el mundo, Canós acaba llegando un mes tarde al Valencia porque no tenías 250.000 euros en caja. Un escenario que estás pagando con la irregularidad física del extremo.
Sigamos... te pasas todo el verano esperando a Rafa Mir. Y el plan 'B' pues ya para otro mercado. Firmas a Amallah con la operación cerrada más de dos semanas y te fías a que el jugador no se desespere y fiche por otro club. Tienes a Paco Alcácer como ofrecimiento de última hora y acaba desembarcando Yaremchuk en una jugada a la desesperada. Dos perfiles que se parecen como un huevo a una castaña. Por el camino, también tienes que acabar pagando a Cavani para que se vaya.
Y aparece enero. Sin presupuesto asignado para fichajes, vuelves a salir escaldado. Sacas a Paulista a última hora y mal. Traes a Peter Federico con seis meses de retraso y haces otro 'sainete' con Rafa Mir. No entraré en qué versión es cierta, puede que el Valencia tenga razón. Lo desconozco, pero también es cierto que el Valencia nunca tiene la culpa de nada.