El curioso caso de Nikola Vukcevic

VALÈNCIA. Nikola Vukcevic vuelve a sentirse futbolista. No con el Levante, sino con Montenegro. El balcánico se ha puesto las botas en partido oficial seis meses después, desde que el pasado mes de marzo actuase por última vez con la camiseta granota frente al Betis. Justo tras aquel partido y en la última ocasión en que fue convocado por la selección de su país, el '17' levantinista regresó roto de la concentración de Montenegro por una rotura muscular en su muslo izquierdo. Una lesión que prácticamente se empalmó con los problemas de espalda, que deriviaron en la citalgia de la que hoy sigue aquejado el centrocampista. 

Vukcevic no fue incluido en la última lista de Paco López para viajar a San Sebastián, aunque sí estuvo en las convocatorias de los dos primeros encuentros de Liga. Arrancó la pretemporada sin estar todavía recuperado de su espalda, sin completar sesiones e incluso sin participar en los primeros amistosos del verano. Sí jugó 20 minutos frente al Alavés y un cuarto de hora ante el Elche, en la última cita preparatoria. Sin embargo, y aunque los problemas lumbares volvieron a aparecer en la última jornada, fue llamado a filas por su selección. 

Entonces el Levante contactó con los servicios médicos de Montenegro para trasladar "algunas indicaciones a tener en cuenta durante su concentración". No jugó los dos primeros partidos del actual parón, ante Turquía y Países Bajos, pero sí entró en el 77' este martes frente a Letonia. Vukcevic tiene que volver a la disciplina del Levante para preparar el encuentro liguero ante el Rayo de este sábado, y lo hará con poco tiempo de margen, aunque con los primeros minutos oficiales en sus piernas.

El caso del montenegrino en el recién cerrado mercado de fichajes ha sido especial. Tiene contrato hasta 2022, es una de las próximas patatas calientes de la dirección deportiva y no han abundado las ofertas por él. Sus problemas con las lesiones y la cantidad de partidos que se ha perdido en sus tres temporadas como granota pesan en su valor y la competencia en el centro del campo del Levante es feroz. Más con el final del caso Pepelu, que aumenta le pelea por los puestos en la medular. El dienense tiene claro que, si se ha quedado, es para luchar por tener minutos, pese a pedir marcharse en agosto. De hecho, ante las complicaciones en las negociaciones por el porcentaje de derechos que quería mantener sobre él el club de Orriols, no descartó la posibilidad que hoy se le abre. Es el primer rival de Vukcevic por el pivote levantinista.