El dinero de Danvila, en octubre

VALÈNCIA. Un día de estrenos y cara a cara con los que, anunció, son sus "aliados". La nueva consejera del Levante y miembro visible que ejercerá de portavoz del actual Consejo de Administración del club, Maribel Vilaplana, se estrenó en su primera comparecencia pública para destacar, entre otras cuestiones, que José Danvila "no llega para quedarse el club". A su lado, Puri Naya, la nueva directora de comunicación tras el adiós de Alberto Gil de la mano de Quico Catalán, con quien entró a la entidad de Orriols en el año 2010. Nuevas caras y, lógicamente, nueva era en el Ciutat, aunque todavía hay pasos por dar. 

Vilaplana no solo salió ante los focos para defender y explicar el proceso a través del que Danvila ha progresado en su propuesta de viabilidad para 'tapar' el agujero económico que hoy alberga el Levante, sino para tratar de comunicar un cambio de aires real. Un avance y un lavado de cara respecto al anterior Consejo, aunque sin enterrar al anterior Consejo. Prueba de ello es que, aunque restan consejeros por designar, algunos, como el propio Danvila, sí pertenecieron a una dirección que, si bien comandó los años más prósperos de la entidad, también ha formado parte de la crisis que hoy la nueva directiva ha de torear.

Y la gran cuestión para la actual portavoz fueron, precisamente, los tiempos. Los motivos que sostienen el hecho de que la propuesta de Danvila -basada en la compra del 50% del paquete accionarial de la Fundación por 5 millones de euros y el préstamos participativo de 10  con un interés del 7,5%- todavía no haya aterrizado en la caja fuerte de las oficinas del Ciutat dada la celeridad con la que se ejecutó la elección de la alternativa ganadora respecto a las otras dos cotejadas por la Fundación. Tal y como explicó Vilaplana, el dinero de Danvila llegará el próximo 23 de octubre, "una vez se conozcan los resultados de la Due Diligence".

“Inicialmente se dijo dos o tres semanas pero no hay una Diu Diligence hecha y el señor Danvila necesita unas cuentas revisadas. Mientras tanto, Felipe Miñambres con un esfuerzo titánico consigue que entren casi veinte millones y eso hace que se pueda arrancar hasta que se produzca el tramite legal. Más allá del riesgo que corre, Danvila no puede ser un suicida. Solo quiere ayudar, se ve capacitado para ayudar a su club. Igual no se ha explicado como tocaba”, comentó la consejera, que añadió que "si el dinero del préstamo entra ahora, los intereses empezarían a contar y seria endeudar innecesariamente al club”. Además, también señaló que tanto la empresa como la auditora BDO han dado por buenas las garantías que ha presentado Danvila y defendió que no sean públicas. “Os pido empatía, es patrimonio personal y privado. Creo que es lógico que no se haga público". 

De la obligación a la ilusión

Mientras tanto, todavía con pasos por dar para que el préstamo participativo entre en caja tras la realización de la Diu Diligence, Vilaplana también apuntó una nueva era en el plano deportivo. De la obligación, llega la ilusión por conseguir el ascenso de categoría que, sin duda, ayudaría a mantener una estructura de Primera División, con un ERE a evitar "sea como sea". Aunque en un primer momento la portavoz señaló que el ascenso no cambiaría demasiado el telón económico, el matiz de la gestión sobre el momento actual es importante. "Estamos ilusionados pero no obligados, porque al final la situación económica no va a cambiar, como el año pasado, que estábamos obligados", dijo textualmente, y añadió: "Evidentemente si se alcanzara ese hito sería impresionante y económicamente, una pasada. Pero trabajamos en la perspectiva de que el club se va a gestionar desde la situación en la que estamos actualmente". 

El discurso en el capítulo deportivo se mantiene en sintonía del de un Felipe Miñambres que, hasta la fecha, guarda con recelo la palabra ascenso en su diccionario. El tablero ha cambiado: mientras el director deportivo y los dos entrenadores que el primer equipo masculino tuvo la pasada temporada jamás eludieron el objetivo claro del ascenso, pronunciado por todos con fluidez, esta temporada cuesta más extraerlo a pesar de que, a priori, el mercado de fichajes que el astorgano ha ejecutado ilusiona en mayoría. Ya el pasado lunes, el propio director deportivo habló primero de "estar arriba" y, después, se soltó algo más para reconocer que los propios jugadores hablan de ascenso de puertas hacia dentro. Eso sí, habrá de llegar con una brutal reducción del coste de plantilla, que según la aproximación de Miñambres en su última comparecencia pública rondará los 10 millones de euros, es decir, un 50% menos que el gasto en plantilla del pasado curso (20,9 millones), con el límite marcado por La Liga rebasado en unos once 'kilos'. Las próximas cuentas dictarán los números exactos en este apartado.