VALÈNCIA. Un fuera de juego posicional imaginario. Es lo que señaló el línea de Milla Alvéndiz cuando Dani Gómez introdujo el pase de Vezo en posición correcta para llevar al Levante 0-2 al descanso. Y el colegiado de VAR, González Esteban, confirmó desde Las Rozas una decisión controvertida que se suma a muchas otras que, entre este curso y el anterior, están hiriendo sobremanera al seno de la entidad de Orriols. Es por eso que el club solicitará al Comité Técnico de Árbitros el audio entre colegiado de campo y sala VOR durante el acto de no validez del tanto de Butarque por el offside de Postigo. Aunque son más acciones las que quedan en el saco: el penalti que se entiende insuficiente de Capa, la evidente falta sobre el lateral en el gol de Raba o el fuera de juego de Bouldini ante el Villarreal B que sí se pitó pero que en el club todavía no tienen claro. Sin embargo, será esta decisión, la de Leganés, por la que el Levante interpele directamente la máxima autoridad arbitral.
Y es que en el gol anulado por la posición de Postigo hay varios puntos confusos. El primero, que el capitán no interviene en absoluto -de hecho, queda lejos- en la trayectoria de una pelota que aterriza limpia en Vezo. El segundo, que tampoco parece obstaculizar demasiado a un Perea, su marca, que también está lejos de la zona donde acaba llegando del esférico y que, en caso de haber podido alcanzar tal balón, no es frenado en falta por el central. Y tercero, y punto más relevante, que el protocolo VAR especifica que, en casos exactos como el que se dio en Butarque, el árbitro VAR ha de llamar a la pantalla al de campo para que sea este quien juzgue si Postigo -en este caso- interviene, molesta, obstaculiza o cruza en la trayectoria del balón. No hubo pantalla que valiera... ni tampoco gol.
Es la jugada por la que el Levante pedirá explicaciones, pero no la única. La falta de Raba sobre Capa en la segunda diana del Leganés no tiene puntos a aclarar, solo una imagen nítida del exjugador del Villarreal arrastrando para sí al carrilero granota con el objetivo de zafarse de su marca. Y por eso, tras quitarse literalmente de encima al contrario, Raba alcanza el corazón del área para cabecear a placer y batir a Femenías. Tampoco hubo pantalla para Milla Alvéndiz, aunque esta no es una acción susceptible de hacer al árbitro de campo interpretar la repetición por sí mismo. No es gris ni interpretativa. Es una falta que incluso, según comentó Postigo, enfadado en el postpartido, el propio Raba reconoció.
El Levante se marchó en llamas de la capital. Calleja, el que más. El técnico quiso morderse la lengua en sala de prensa para que el despropósito arbitral no acarreara una sanción que le apartase de ls banquillos durante un tiempo, pero sí llegó incluso a poner en tela de juicio la intencionalidad del trencilla: "No lo comprendo, no le encuentro una explicación a ciertas decisiones... A no ser que la intención sea otra", comentó el preparador levantinista. En lo que todos coinciden es que las explicaciones de Milla Alvéndiz sobre el césped fueron confusas... y variantes.
